Mira bien lo que hay frente a ti.
Probablemente, hay quien piense que este año ha sido difícil y pida que ya se termine.
Sin embargo, la vida sigue y estamos por iniciar la segunda parte de este año.
Por lo que es necesario hacer una reflexión de cómo los seres humanos tenemos diferentes manera de ver y procesar lo que vivimos.
En las etapas de desarrollo, por ejemplo, podemos observar cómo para un niño que empieza un año nuevo, un mes, una semana y hasta que termine un día, puede parecerle lento. Ahora sí, es como si ellos si vivieran su día a día, estuvieran en un eterno presente y seamos los adultos quienes los sacamos de ese paraíso.
Hoy somos testigos de la velocidad con que estan transcurriendo los dias, semanas, meses y años. ¿Será por que hemos dejado de ser niños?
Por ejemplo: ¿con cuantos pendientes te levantaste hoy?
Seguramente con algunos y tal vez sigamos atrapados en ellos, concentrando la atención y energía en algo que ocupa acción, solución o simplemente soltar porque ya paso o porque no pasará.
No obstante, hay una parte importante de tu tiempo que estás dedicando a atender algo que no ha sucedido y que además probablemente no suceda, al menos como no lo esperas.
Ahora bien, hay ocasiones en las cuales una situación persiste porque nos pasamos dándole vueltas y vueltas en nuestro pensamiento, rumiando un tema, dice Aguilar Kubli, y no avanzamos porque mantenemos la misma actitud, la misma creencia, el mismo sentimiento, y a veces hasta el convencimiento de que tiene que ser así.
Pero en la mayoría de las veces las pre-ocupaciones nos mantienen anclados y enraizados, dando vueltas a un tema, tema que puede ser que ya no esté vigente y ya pasó, pero seguimos atorados en ese pasado que ya no está, en un futuro que no ha llegado y dejamos ir un presente que sí estuvo aquí.
Domina tu vida, toma conciencia de ti… sé feliz.
“Pide y se te concederá, busca y encontrarás, toca una puerta y se te abrirá”
Mateo 7:7