Ciudad de México, 9 de junio (AP) — La Secretaría del Trabajo de México anunció este viernes nuevas normas que obligan a los empresarios a pagar el Internet y proporcionar sillas ergonómicas a los empleados que trabajen desde la casa.
Las nuevas regulaciones también prevén el “derecho a la desconexión” para los empleados que laboren al menos 40 por ciento de su tiempo bajo la modalidad de teletrabajo.
Los empleados a distancia suelen quejarse de que al estar constantemente localizables en casa también se les pide que trabajen.
México, como muchos otros países, tuvo un gran aumento del trabajo remoto durante la pandemia de coronavirus entre 2020 y 2021. Mientras que la ocupación de espacios en las oficinas está retrocediendo, el trabajo remoto parece ser una tendencia que se ha puesto de moda.
La tendencia es tan pronunciada que algunos edificios de oficinas situados en bulliciosos bulevares del centro de la ciudad se están convirtiendo en apartamentos, hospitales y tiendas.
La Secretaria del Trabajo dijo que los empleadores deberán sufragar el pago proporcional de Internet, la electricidad, la computadora, tableta, teléfono celular e impresora cuando se trabaje desde casa.
Según las nuevas normas, si la casa de un empleado no es segura y no está bien iluminada y ventilada, no se le puede obligar a trabajar allí.
Los inspectores pueden visitar los domicilios de los trabajadores, o se puede pedir a los empleados que saquen fotos de su casa, para demostrar que cumple los requisitos laborales.
Los trabajadores a distancia no pueden cobrar menos que los que van a una oficina, y deben tener un horario laboral fijo.
Según la firma de asesoría inmobiliaria Newmark, el mercado de oficinas de Ciudad de México ha mostrado ligeros signos de recuperación desde la pandemia.
Un informe del primer trimestre de este año mostró que la tasa de vacantes de oficinas de la ciudad había descendido hasta 23.4 por ciento, desde el 24.5 por ciento de hace un año.
Como en muchas partes del mundo, algunos empresarios han adoptado un modelo “mixto” o híbrido en el que los trabajadores acuden a la oficina sólo parte de la semana.
Las nuevas normas solamente se aplican a quienes trabajan a distancia al menos 40 por ciento de la semana.