“El origen del trauma de un niño es por la hipocresía del adulto” menciona Martha Jerez.
Poner límites es una manera de garantizar resultados éxitosos en la expresión del ser humano.
¿Que si se puede hacer y que no se puede hacer? Es necesario tenerlo muy claro.
El que los niños tengan reglas claras les permite adquirir disciplina para alcanzar sus meta; así mismo, al tener claridad que si pueden o no hacer, les ayuda a estar más tranquilo.
Vivimos en un mundo donde es necesario tener claridad de las reglas del juego y si no se enseña en casa a cumplir dichas reglas, otros lo harán y tal vez ellos sean más estrictos.
Ahora bien, para que estas reglas se cumplan deben tener ciertas características: deben ser claras, justas, fáciles de entender, flexibles y conocidas por todos.
Saber mediar y negociar al momento de establecer los límites y marcarlos en las actuaciones, es fundamental y algo muy importante; es que no dependan del estado de ánimo del adulto.
Esto es, si le fue muy bien en su trabajo o se vivio una situación que lo trae de buen humor, se dejan pasar acciones que pueden confundir al niño en diferenciar lo que esta bien y lo que no es correcto que haga. No confundir esto con las reglas flexibles, porque estas se refieren a que se debe ir transformando según el fín que ha de cumplir. Ejemplo: no se pueden dejar las mismas tareas a un niño de 3, de 5 o de 7 años.
Sin lugar a duda, es el casa, con los padres y madres, donde los hijos ocupan sentirse seguros compartiendo sus sentimientos con el resto de la familia; sentimientos que pueden ser agradables o desagradables; que sientan el apoyo y orientación.
Ya que, el ayudarles a encauzar sus sentimientos y no ignorarlos, puede hacer la diferencia en un futuro.
Por lo que es necesario reconocer los momentos en los cuales se requiere realmente firmeza en las consecuencias, tanto positivas como negativas.
Saber negociar y reestablecer constantemente los compromisos con el niño, para seguir avanzando. No se recomienda ser demasiado rígido, a menos que se trate ya de una situación grave. Así como también cuidar el ejemplo, de pronto se encuentra la persona adulta diciéndole a un niño que no puede o no le esta permitido hacer, y ella lo hace frente al niño.
Finalmente lo que se quiere, es que se logren, que sean exitosos, que se sientan realizados, que vivan contentos, plenos, felices e íntegros.
Ser claros en los límites
“evita confusiones y conflictos y se pueden lograr mejores seres humanos”.