A raíz del nuevo reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, publicadoel 16 de diciembre de 2022 en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y que entró en vigor el pasado mes de enero del 2023, se han suscitado grandes controversias referente al tema de los cigarros electrónicos o vapeadores.
Algunas personas se atreven a señalar que estos productos ayudarán a las personas a dejar de fumar, lo cual, no es cierto. Es de suma importancia entender que estos productos no ofrecen ninguna ventaja para la salud, si no todo lo contrario, ayudan a que tarde o temprano sean más consumidores del tabaco.
Según el estudio realizado por la COFEPRIS, se detectaron sustancias altamente tóxicas en estos productos, las cuales dañan terriblemente a la salud de las personas, así como al medio ambiente. Algunas de estas sustancias encontradas son: dimetil éter, sustancia inflamable utilizada para quemar verrugas; linalol, usado como insecticida; eugenol, el cual se emplea para matar peces en acuarios; alcohol bencílico, empleado en jabones, cremas y productos de limpieza. También fueron identificadas sustancias como mentol, mismo que actúa directamente en los receptores de nicotina, facilitando su conexión con las células, lo que vuelve los productos más adictivos.
Ahora veamos los daños ambientales que hacen estos productos y como nos están dañando colateralmente en nuestra salud. Empezaremos con los tipos de residuos que contienen:
Los vapeadores o cigarros electrónicos, están elaborados por plástico, piezas electrónicas y por una pila de iones de litio, los cuales cada uno de ellos genera un impacto terrible en la naturaleza. Empecemos por el plástico, sabemos que estos tardan muchos años en desintegrarse y en ese proceso se vuelven micro plásticos y estos tarde o temprano vuelven a nuestra mesa a través de la comida que ingerimos del mar.
En cuanto a la batería de iones de litio, se calcula que cada una de estas pilas puede contaminar hasta 600 mil litros de agua, entonces según el último dato que ofreció COFEPRIS, señala que en México existen 975 mil personas que utilizan los vapeadores, entonces la vida útil de un solo vapeador, que te ofrece 200 a 300 inhalaciones, en promedio anda en dos días, por lo cual podemos deducir que cada dos días se contaminan alrededor de 585 billones de litros de agua.
Ahora imagínense todas esas pilas arrojadas al medio ambiente sin ningún tratamiento adecuado, el tiempo de degradación de una pila está comprendido entre 500 y 1000 años, una vez que estas empiezan a descomponerse primero se degrada la capa protectora que recubre todos los metales pesados que componen las pilas, y posteriormente estos metales se liberan siendo muy tóxicos y peligrosos llegando a los mantos acuíferos y también a nuestros suelos contaminando todo a su paso.
Como ven, es demasiada la contaminación que genera el desecho de un solo vapeador o cigarro electrónico y como siempre les comparto, si la salud ambiental está en crisis por ende nuestra salud esta corriendo peligro. Debemos de ser respetuosos con nuestro entorno y sobre todo con todas las personas que no fuman, ya que, por años, han estado sufriendo los daños colaterales que generan los fumadores con su humo y sus residuos.
Es por la salud de todas y todos, que aplaudimos el nuevo reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco y seguiremos trabajando en concientizar sobre los daños que provoca el tabaco en la salud como en el medio ambiente.
Es hora de actuar por la naturaleza.
Lic. Pamela Ibarra Dávila
Presidenta de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C