Hermosillo, Sonora.- El deterioro de bosques de cactus y árboles nativos en la Costa de Hermosillo por crecimiento urbano, provoca que las águilas pescadoras construyan sus nidos en los postes de energía eléctrica y mueren electrocutadas.
Ante esta situación, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) instaló nidos artificiales en los postes de la Costa para preservar la especie de águilas pescadoras y evitar que mueran electrocutadas en los cables de alta tensión, una iniciativa que no se ha observado en otras partes de México.
Esta labor se realizó en conjunto con la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable (Cedes), quienes localizaron 31 nidos de estas aves en las playas de Tastiota, Kino Viejo, Kino Nuevo y Punta Chueca, un área ecológica importante en la región ya que cuenta con gran número de manglares.
El biólogo Oscar Leonardo Chávez informó que las águilas pescadoras se encuentran en las zonas costeras, ríos y lagos de todo el mundo, y en la Costa de Hermosillo proliferan por la existencia de manglares, que son sitios con alta diversidad y cuneros del océano ya que ahí se reproducen los animales marinos grandes.
Sin embargo, el crecimiento urbano ha disminuido los bosques de cardones y sahuaros que existían en dicha zona, por lo que las águilas pescadoras y otras especies de aves comenzaron a perchar y anidar en los postes de electricidad, causando cortes frecuentes de energía en las comunidades costeras.
“Es muy directo el efecto -negativo- que tiene el ser humano con esta especie… Nosotros ocupamos su ecosistema para poner estas torres inmensas, y estas aves gustan de perchar en zonas altas, entonces ven los postes de la luz y lo ven idóneos para ellas, se paran en los cables y se electrocutan”, explicó el biólogo.
Además de afectar a la especie, los habitantes también sufren los efectos negativos, ya que al electrocutarse un ave se quema el sistema y genera corte de energía, es así que esta acción de la CFE beneficia a la misma empresa, pero también a la fauna y residentes del lugar.
“Es una muy buena labor porque le están dando hogar a muchas aves que perdieron sus hogares por la destrucción de bosques de cactus y árboles grandes que remueven para seguir con la urbanización; me parece una labor muy acertada e inteligente por parte de Comisión, hacer esta clase de programas para que el águila tenga donde anidar y evitar problemas que provoquen cortocircuitos”, detalló Oscar Leonardo Chávez.
El biólogo y explorador mencionó que él no ha observado en otras partes del país, un sistema de protección a las aves similar al que se está ejecutando en Hermosillo, pero que en lugares como Tucson hay sahuaros artificiales con madrigueras para los pájaros carpinteros y tecolotes; o en España construyen torres para ponerles sus nidos y reintegrarlas al ecosistema de donde fueron expulsadas.
“Sé que en otros lugares del mundo se hace, en México no sabría decirte. He visto al ave en otros lugares y no he visto una estructura similar en los lugares que he estado como Oaxaca o Baja California, pero espero que haya este tipo de iniciativas en el resto del país porque es algo sencillo de hacer y ahorra muchos problemas”, recalcó Chávez.
Así mismo, Martín Reyes, ecólogo experto en aves en la dirección de conservación de Cedes, reafirmó que las aves morían electrocutadas en las estructuras de la Comisión Federal de Electricidad, por lo que reforzaron 31 nidos artificiales y de los 81 que hay en la zona; los otros 50 se encuentran libres de peligro en plantas cactáceas.
Los 31 nidos artificiales son de madera, miden tres metros de cada lado, soportan hasta 300 libras, tiene orificios de drenaje para evitar inundaciones en temporada de lluvias, y un protector para proteger huevos y polluelos de los depredadores.
Este proyecto fue impulsado por la CFE desde 2019 en el Estero del Soldado, un Área Natural Protegida entre Guaymas y Hermosillo, pero se detuvo durante la pandemia y decidieron hacerla primero en la Costa de Hermosillo porque la afectación era mayor.
Además de proteger al águila pescadora que es un animal emblemático para la comunidad Comcáac (Seri), otras especies de aves como halcón cola roja, cuervos y tecolote cornudo se benefician de estas estructuras, por lo que una acción beneficia muchos ejemplares que controlan las poblaciones de roedores y peces, y mantienen un equilibrio ecológico.