Escribo estas líneas después de haber visto algunas fotografías que me envían de Álamos. En estas imágenes se aprecia el desastre que vive el sector cultural de la entidad, una inauguración del Festival Alfonso Ortiz Tirado (FAOT), completamente desangelada, con calles vacías y donde se ven más fantasmas que gente. Esta desangelada inauguración es producto de una serie de desaciertos que dejan en evidencia una administración mal dirigida en del ISC, que en más de un año solamente ha producido escándalos, conflictos y ha incumplido con sus responsabilidades legales, dejando daños irreversibles al sector cultural.
El anuncio a una escaza semana de la inauguración del FAOT, advirtió el desastre que este fin de semana se dejó ver en la Ciudad de los Portales. La presentación de su cartelera fue improvisada y más producto del incomodo momento que tuvo que vivir el gobernador Alfonso Durazo una semana antes, cuando le preguntaron por el festival cultural más importante de Sonora y él no supo que contestar.
En administraciones anteriores, la presentación de la cartelera del FAOT se organizaba desde finales de noviembre y principios de diciembre, se realizaban en Bellas Artes y se convocaba a la prensa nacional e internacional pensando en la promoción y difusión del festival, para que este pudiera convocar visitantes de todo México y hasta de otros países. La promoción y difusión bien planeada del FAOT fue uno de los factores más determinantes para que el festival cobrara una relevancia internacional y que esto se refleje en una buena ocupación hotelera en Álamos y los municipios cercanos, dejando así un importante derrame económica. Este año esto no sucedió.
Ahora el FAOT se suma a una larga lista de desaciertos de la administración actual del ISC entre los que se pueden nombrar: el cierre de MUSAS todo el verano del 2022 porque no hicieron las gestiones a tiempo para licitar el servicio al aire acondicionado, la paupérrima Feria del Libro, que al igual que esta edición del FAOT, no tuvo la difusión adecuada. Es más, todavía hay gente que no recuerda haberse enterado que hubo una feria del libro en Hermosillo en el 2022. Pero sin duda lo que creo que más daño le ha hecho al sector cultural fue que en todo el año pasado no se sacó la convocatoria del Estimulo Fiscal para la Cultura y las Artes de Sonora (EFICAS), incumpliendo con la Ley de Ingreso del Estado de Sonora en el Artículo 7º Fracción VIII.
En una publicación en Facebook del 16 de enero, la directora del ISC asegura que en febrero de este año saldrá la convocatoria del EFICAS; sin embargo, no explica porque en el 2022 esta convocatoria nunca fue publicada, afectando así el desarrollo de muchos proyectos culturales que no tuvieron oportunidad de financiarse. La gravedad de no haber sacado la convocatoria de EFICAS es que en un momento donde los apoyos a la cultura han tenido tantos recortes, dejaron sin la posibilidad de que artistas y promotores culturales de Sonora pudieran acedera a una vía para financiar sus proyectos y hacer crecer sus empresas culturales, dejando así al sector cultural y de la industria creativa sin el acceso a 15 millones en el 2022.
Es urgente que el Gobernador entienda que las malas gestiones del ISC afectan directamente al sector cultural, a las empresas creativas y a toda la economía que esta relacionada con las actividades culturales, que como en el caso del FAOT llega a impactar al turismo. Si el Gobernador entiende y valora la dimensión económica de los daños que hace el mal desempeño de sus colaboradores en la dirección del ISC, entendera que es urgente hacer cambios por el bien de Sonora, de sus artistas, promotores culturales y de todos aquellos que su actividad económica esta vinculado al desarrollo cultural de la entidad.