Hermosillo, Sonora.- Aunque poco sabía sobre el tema, Ramón decidió iniciar un negocio de producción y venta de plantas de temporada junto a su cuñado, en el ejido La Victoria; 25 años después, continúa con este trabajo, con más experiencia y variedad de flores.
Ramón Alberto Encinas del Castillo y Catalina Córdova Córdova, su esposa, son actualmente los dueños del vivero “Granja Matilde”, que surte a otros viveros de la ciudad y desde donde se producen miles de plantas cada año, entre geranio, cempasúchil, petunia, panalillo, buganvilia y muchas otras.
“Empecé con mi cuñado. Ninguno de los dos teníamos noción de cómo era el funcionamiento de un vivero ni de producir plantas, porque en sí el hecho es que aquí es la producción de flor de temporada.
Así que empezamos sin saber cómo todos, echamos a perder algunas plantas y él duró muy poco tiempo conmigo porque tuvo otros trabajos y me metí más de lleno porque me empezó a gustar más, y después entró mi esposa junto conmigo”.
Cuando se llega al vivero, se pueden observar las coloridas flores de temporada y la amplia variedad que existe, desde las más pequeñas hasta las más grandes; rosas, amarillas, verdes, moradas o rojas.
No siempre ha sido fácil. En ocasiones, y debido a la competencia de diferentes plantas introducidas a la entidad, especialmente desde el sur de México, las ventas han caído y han habido momentos complicados, cuando los ciudadanos prefieren estas plantas que no son de la región y olvidan a las que sí lo son.
“De hecho, es importante comentar que el geranio que nosotros sembramos está aclimatado a Hermosillo y hay algunos que tengo aquí que son del año pasado, que duraron, y el que viene del sur se seca entrando el verano, no dura.
Igual hay mucha variedad de plantas que yo hago aquí y que puede durar mucho más tiempo, no dos o tres meses”.
Pero además, comentó Ramón, “la manejamos a un mejor precio, casi al 50 por ciento de lo que ellos la traen”, ayudando a la economía del ciudadano, pero también resaltando cómo el ciudadano puede contribuir a la economía de los comercios locales.
Aún entre las buenas y malas rachas, Ramón ha aprendido a disfrutar lo que hace, un trabajo que lo llena de orgullo y satisfacción y que permite además que sus clientes puedan embellecer sus hogares.
“Es mucha satisfacción porque he conocido a mucha gente que ha venido aquí de los pueblos, del río, y en alguna ocasión estuvimos hablando por Facebook, por las benditas redes del día de hoy.
Y hemos conocido a muchos que vienen de fuera, les gusta el trato que les damos también, sobre todo eso”, compartió.
Si deseas visitar el vivero de Ramón y Catalina, puedes acudir al ejido La Victoria, cruzar las vías, doblar la primera calle a la derecha y continuar recto hasta que veas el anuncio a tu izquierda.
Para mayor facilidad y para obtener la ubicación directamente en tu celular, puedes comunicarte con Ramón Alberto Encinas del Castillo al teléfono 662 183 0872.