Policías municipales y estatales desalojaron con el uso de la fuerza pública y de forma violenta a los migrantes venezolanos que estaban instalados junto al Río Bravo, en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Elementos del grupo antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) avanzaron a lo largo del campamento empujando a los migrantes, quienes habían formado una fila para tratar de impedir el desalojo pero fueron empujados por los policías con los escudos, golpeados y obligados a retroceder o retirarse.
Personas no identificadas aventaron piedras desde la parte alta y varias personas resultaron heridas, entre migrantes y policías. En el lugar había niños, adolescentes y mujeres.
Las autoridades dispusieron de varios camiones para trasladar a los migrantes a refugios o albergues que eran como 800. Pero los migrantes no desean irse a esos espacios por miedo a ser retornados a su país de origen, a Venezuela donde pueden ser tratados como traidores a la patria y encarcelados, así lo indicaron los venezolanos.
Con el uso de maquinaria el Gobierno Municipal terminó de quitar las carpas; decenas de migrantes permanecen en el lugar sin saber a dónde ir. Grupos religiosos han llegado al lugar para dar comida a los migrantes.
Policías municipales fueron atendidos por paramédicos al resultaron con lesiones en el craneo, a parecer causadas por pedradas. Al menos una mujer migrante también resultó herida.
Cerca de 37 migrantes han aceptado irse a un albergue, principalmente mujeres con niños.