KIEV, Ucrania (AP) — Las tropas rusas lucharon el jueves para recuperar el terreno perdido en áreas de Ucrania que el presidente Vladimir Putin ha anexado ilegalmente, mientras Moscú trata de someter al país invadido con más ataques con misiles y drones contra la infraestructura crítica del país.
Las fuerzas rusas atacaron posiciones ucranianas cerca de Bilohorivka, un pueblo en la región de Lugansk, en el este de Ucrania. En la vecina región de Donetsk, los combates se desarrollaron cerca de la ciudad de Bakhmut. Los separatistas respaldados por el Kremlin han controlado partes de ambas regiones durante ocho años y medio.
Putin el miércoles declaró ley marcial en Luhansk, Donetsk y las regiones de Zaporiyia y Jersón, en el sur de Ucrania, en un intento de afirmar la autoridad rusa en las áreas anexadas luego de una serie de reveses en el campo de batalla y una difícil movilización de tropas.
La inestabilidad de los territorios absorbidos ilegalmente era especialmente visible en la capital de Jersón, donde oficiales militares reemplazaron a los líderes civiles instalados por el Kremlin en medio de una evacuación masiva y una contraofensiva ucraniana en curso.
Jersón fue una de las primeras áreas urbanas capturadas por Rusia cuando invadió Ucrania, y sigue siendo un objetivo clave para ambos lados debido a sus industrias y su importante puerto fluvial.
La oficina del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dijo el jueves que las fuerzas ucranianas seguían atacando al enemigo, montando 15 ataques contra bastiones militares rusos en Jersón.
Mientras tanto, Rusia continuaba sus ataques contra la infraestructura energética ucraniana, enviando drones y misiles a ocho regiones. Al menos tres civiles murieron y 14 resultaron heridos en ataques nocturnos, informó Kiev.
En Kryvyi Rih, los ataques rusos dañaron instalaciones de energía, cortando la electricidad a la ciudad de 600 mil habitantes. Además de ser la ciudad natal de Zelensky, Kryvyi Rih alberga varias grandes fábricas metalúrgicas que son clave para la economía de Ucrania. El gobernador Valentin Reznichenko dijo que la ciudad sufrió graves daños.
