Si te ha tocado un sismo en México durante la noche, sabrás que en el cielo suelen verse luces de colores cuya intensidad pueden impactar a cualquiera que las vea. Estas luces solo aparecen durante los sismos nocturnos y son llamadas ‘luces de terremoto’.
Aunque muchas personas relacionan estas luces con el estallido de transformadores de luz, la realidad es que la intensidad no es la misma, aunque sí pueden confundirse.
Sismos en México donde se han presentado ‘luces de terremoto’
La madrugada de este jueves, alrededor de las 01:15 horas, un sismo de magnitud 6.9 sacudió la zona centro del país. Su epicentro fue en Coalcomán, Michoacán, misma zona donde se originó el sismo de 7.7 grados del lunes 19 de septiembre.
El 7 de septiembre de 2017, cerca de las 23:49 horas, México vivió uno de los sismos más fuertes en su historia, de magnitud 8.2, con epicentro en el golfo de Tehuantepec, a 133 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, Chiapas.
Cuatro años después, nuevamente el 7 de septiembre de 2021, cerca de las 20:47 horas, se registró un nuevo sismo de magnitud 7.1.
Durante estos tres sismos en nuestro país se han presenciado las ‘luces de terremoto’ que impactan a cualquiera que las llega a ver. La mayoría suele pensar que se trata de transformadores de luz o cables de electricidad que, al moverse por el sismo, suelen estallar y propagar chispas que iluminan el cielo.
Lo cierto es que eso no es así, debido a la intensidad de la luz que vemos y la distancia que llegan a cubrir estas “extrañas luces en el cielo”. Incluso llegan a confundirse con rayos, ya que el cielo, durante estos sismos, suele lucir un tanto nublado.
Triboluminiscencia o ‘Luces de terremoto’
Este fenómeno de luces que ocurre durante algunos sismos nocturnos lleva por nombre triboluminiscencia, aunque suele conocerse como ‘luces de terremoto’.
Esteban Hernández Quintero, coordinador de Servicios Geofísicos del Instituto de Geofísica de la UNAM, señaló en un artículo de Gaceta UNAM que la triboluminiscencia se debe a que cuando rocas de la corteza terrestre —como basalto y el grabo— tienen pequeñas imperfecciones en sus cristales y una onda sísmica golpea, la fricción que se genera entre estas rocas libera cargas eléctricas.
Estas cargas se juntan durante las fricciones y salen disparadas a la superficie a una gran velocidad que se manifiestan en el aire en forma de descargas eléctricas y luz, dando lugar a las “luces de terremoto“.
Así que lo que vemos en el cielo durante los sismos nocturnos no son transformadores de luz estallando, sino las ‘luces de terremoto’, que suelen aparecer con colores azules, rojas, amarillas, verdes e incluso blancas.
Información de Forbes México