Columna El Faro
Aprende el significado y la diferencia…
La definición para desarrollo profesional, de acuerdo a la mayoría de los glosarios corporativos es:
“La formación y educación continua de un individuo con respecto a su carrera laboral…. El objetivo del desarrollo profesional es mantenerlo actualizado sobre las tendencias actuales y ayudarlo a desarrollar nuevas habilidades con el fin de avanzar en el campo.”
Incluso hay algunas profesiones y competencias que en realidad requieren del desarrollo profesional constante y evaluado para renovar sus certificaciones o las licencias para ejercer y garantizar que sus prácticas estén al corriente. Normalmente puedes buscar el desarrollo profesional por tu propia cuenta o bien a través tu propio empleador.
Y la realidad, infortunadamente es que cuando se trata de desarrollo profesional, tal vez muy pocos se actualizan inteligentemente y se enfocan a desarrollar nuevas habilidades con el fin de avanzar en sus respectivos campos.
Pocos trabajos van más allá, es poco probable que el empleador que sueñas con dejar para independizarte invierta en ti y te mejorare y cambie la trayectoria de tu carrera profesional. Ojo, hay extraordinarias industrias y empresas que lo hacen y esos son excelente lugares para laborar, pero en nuestro país, hay una tendencia a la alza hacia la informalidad.
Para empezar, hoy cada vez es más común los cambios de empleos, las transiciones y la necesidad de ajustes y virajes, esto a raíz de los vertiginosos y acelerados cambios que vemos por doquier. Así que si un empleador invierte en ti, será en cursos y capacitaciones a fin con sus necesidades y visión, no necesariamente las que requieras o aspires a desarrollar.
Lo que nos lleva a otro concepto universal: la educación. Que curiosamente está en el ojo del huracán siempre, tomada en cuenta para infinidad de políticas públicas y de más, pero cuando realmente existe la necesidad de atenderla, respetarla y promoverla, fallamos, y fallamos estrepitosamente.
La gente no valora la educación. Solo dicen que lo hacen.
Ahora bien, el aprendizaje te informa; no te hace “inteligente”. Los cursos y las buenas calificaciones no significan que seas inteligente y al revés. A veces los grados y capacitaciones solo son un medio para un fin, se trata de conseguir un mejor espacio o cumplir con ciertos criterios.
Así pues llegamos a dos tipos de conocimientos en los trabajos.
Conocimiento Institucional
Básicamente es aquello relevante y sustantivo propio del lugar donde se labora. Y al menos que sea empresa familiar, siempre se tendrá que iniciar desde cero con este tipo de conocimiento.
Es en parte un tipo de adoctrinamiento. Los trabajos corporativos encaminan a cada nuevo empleado en una serie de videos, cursos y etapas sobre ética y políticas de la empresa. Esto es más para ellos, no tanto para el individuo. Es decir, si el trabajador cambia de empleo y se va a otra compañía, lo tendrá que hacer todo de nuevo.
El conocimiento institucional obtenido a lo largo de los años en una empresa es valioso cuando estás allí, pero no vale nada cuando te vas. Si no puedes llevarlo contigo, entonces es institucional.
Esto nos lleva al conocimiento más duradero y valioso hoy en día.
Conocimiento de Resultados
Premisa introductoria: no se paga por las horas que uno trabaja; pagan por el valor que uno agrega. Es decir, lo que un trabajador puede hacer con lo que sabe.
El activo más valioso para cualquier profesionista es el conocimiento. Cuanto más sepa uno, más valor agregará a su entorno, atraerá mejores opciones e influirá en los resultados esperados.
Muchas veces, se confunde que aquel empleado que trabaje más y sea adicto a la oficina será recompensado, pero eso ya no es así. Aprender y mantenerse vigente y en tendencia es donde se obtienen mejores ganancias, respuestas y oportunidades.
Dicho de otra manera, sin conocimiento de resultados, te pierdes en el montón.
Tienes que aprender a un ritmo mayor que el cambio y la competencia. El aprendizaje aumenta tu conocimiento y tu confianza, y con el tiempo te mantienes con ventaja competitiva y el hecho de que tan pocas personas se molesten en invertir en ellos, hace que tu esfuerzo destaque aún más.
David Martínez
RMR Consultores
david@rmr.mx