Hermosillo, Sonora.- Rosario Admon Piña Espinoza carga cada 3 días una carretilla con 10 galones con agua para regar los 19 árboles que él plantó por fuera de una escuela al norte de Hermosillo.
Desde la adolescencia, Rosario es amante de las plantas, de los árboles y del oxígeno. Durante su juventud, cultivaba pinos en Choix, Sinaloa, de donde es originario.
Las hojas que sueltan los mismos árboles las usa como abono, para que crezcan saludables, y la humedad les dure toda la noche.
“Hasta me dicen que por qué los protejo. Es que me gustan. Me gusta el oxígeno de los árboles.
Ahorita va a mi casa a la hora del mediodía y está fresca la casa” mencionó.
El hombre de 68 años compartió que estos árboles los plantó durante la pandemia, le llevó alrededor de mes y medio sembrarlos por fuera de la primaria “Profesor, Pascual Perez Gonzalez 1”, al norte de Hermosillo.
Al día, enterró entre 3 y 4 árboles sin descansar en la semana y, hasta la fecha, no tiene ayuda para regarlos.
“O sea, que venía en la tardecita y hacía el hoyo, y otro día en la tardecita los ponía y los regaba en la noche”, dijo.
Rosario agregó que durante las jornadas para regar sus árboles, llegan personas a platicar con él para hacer más amena la tarde.
Entre los 19 árboles que plantó el sinaloense, están mezquites, pingüica, palo santo y neem, algunos de ellos los sacó de su casa para instalarlos sobre las calles General Piña y Bacerac.
Y no sólo riega las plantas de su casa, para mantenerlas vivas les dedica canciones o les pone música por la creencia de que también se ponen felices.
Él mismo hace la composta con tierra, hojas y otros desperdicios que tiene en su casa o que sus plantas sueltan.
Rosario llegó a Hermosillo y compró su casa en 1994 y,durante estos 28 años, se dedica a su familia y a las plantas a quienes ve como sus hijas.