El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que hay empresas inmobiliarias dueñas de terrenos por donde se busca que pase el Tren Maya, que no están aceptando los avalúos y quieren sacar raja y buscan cobrar muchísimo por ellos, por lo que reveló que ordenó de que se haga valer la expropiación por utilidad pública y que se pague a precio comercial.
En su conferencia de prensa “mañanera”, López Obrador manifestó que los dueños de estos terrenos piensan que porque se tiene el tiempo encima “nos van a poner en contra la pared”, pero aseguró que aunque le lleve más tiempo, dejará este tema hasta el final y pedirá a jueces que resuelvan los más pronto posible en caso de que interpongan amparos por estas expropiaciones.
“Empezaron a acaparar la tierra, a especular, ya son empresas inmobiliarias. Hay incluso casos en donde no aceptan los avalúos y quieren sacar raja, quieren sacar raja, cobrar muchísimo. Ya di la instrucción de que donde hay esos abusos, pues se haga valer la expropiación por utilidad pública y que se pague la indemnización al precio comercial, pero no más, porque son ventajosos”.
“Están acostumbrados a robar, y piensan que porque tenemos el tiempo encima nos van a poner encontrar de la pared, pues no, aunque nos lleve tiempo, lo vamos dejar hasta el final y vamos a pedir a los jueces que nos resuelvan lo más pronto posible, tanto en el caso que haya amparos o que se vayan amparando por expropiaciones con la justificación de utilidad pública, porque es una obra importantísima, son 105 mil empleos”, dijo.
López Obrador sostiene que Tren Maya finalizará en 2023
El Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó este viernes que el Tren Maya concluirá su construcción a finales de 2023 a pesar de los amparos interpuestos, algunos de los cuales están provocando suspensiones temporales en la construcción.
“Piensan que porque tenemos el tiempo encima nos van a poner contra la pared, pues no, vamos a pedir a los jueces que nos resuelvan lo más pronto posible”, dijo López Obrador durante su “mañanera”, esta vez desde Isla Mujeres, en el suroriental estado de Quintana Roo.
“No nos rendimos a la primera”, agregó el Presidente.
El jueves, un juzgado otorgó, debido a riesgos por derrumbe de acuíferos, cenotes y ríos subterráneos, una suspensión provisional contra las obras del tramo 5 del Tren Maya (que conectaría Cancún y Tulum).
Esta obra insignia del gobierno de López Obrador ya contaba, al menos, con otra suspensión, otorgada el 18 de abril a un grupo de espeleólogos, según destacan medios locales.
“El tren no va a afectar cenotes ni tampoco ríos subterráneos,” consideró López Obrador, para luego añadir que “esa es una invención”.
Además, el Presidente siempre argumentó que las personas que están en contra de la construcción del Tren Maya defienden intereses ocultos.
“Hay una serie de intereses que no quieren que avancemos en la construcción del Tren Maya. No son los ejidatarios de esta zona, son intereses aquí, donde hay más dinero. Pero vamos avanzando y vamos a continuar haciéndolo, hemos comentado a los auténticos ambientalistas que hablen con la gente”, continuó el Presidente.
Choque con ambientalistas y artistas
Recientemente, en esta lucha contra la construcción del Tren Maya en este tramo por la Riviera Maya, apareció la campaña “Sélvame del Tren”, en la que participaron personalidades como Eugenio Derbez, Kate del Castillo, Omar Chaparro, Bárbara Mori o Natalia Lafourcade, entre otros.
La semana pasada, López Obrador dijo en un primer momento que esperaba reunirse con dicho grupo de artistas, y aunque ellos lo invitaron a debatir sobre el asunto en la zona del suspendido tramo 5 sur, él los invitó al Palacio Nacional, donde reside.
Finalmente, la mayoría aceptó el encuentro en el Palacio Nacional, pero el Presidente informó posteriormente de la suspensión del encuentro después de que algunos de ellos dijesen públicamente que no iban a participar.
El Tren Maya es un proyecto prioritario para López Obrador que, con una inversión de alrededor de 200 mil millones de pesos (unos 9 mil 300 millones de dólares), plantea construir cerca de mil 554 kilómetros de vía férrea en cinco estados del sureste del país: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
La obra no ha estado exenta de polémica y ha sido criticada por algunas ONG y colectivos indígenas de la zona debido a su impacto ambiental en la región.