Pienso que la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) no causó gran revuelo entre la población en general, ni siquiera entre las facciones políticas que festejaron recriminándose el “marcador final” de un enfrentamiento que aún está por concluir.
No obstante lo anterior, a la oposición debería preocuparle que el Presidente haya divulgado tres días antes de la inauguración -el 18 de marzo-, un documental que inicia con él mismo visitando las instalaciones del aeropuerto ahora cancelado, en octubre de 2017, previo a las elecciones en las que resultó triunfador.
Durante la visita, López Obrador le advierte a los funcionarios encargados de la obra que cuando sea Presidente, la cancelará por representar el fruto de un ejercicio corrupto de la política. Aunado a que el documental también se exhibió la noche anterior a la publicación del número de la revista Proceso que contiene declaraciones del antiguo Consejero Jurídico de la Presidencia, la materia de preocupación es el hecho evidente de que el Gobierno de Obrador cuenta con planeación y está cumpliendo con su calendario.
Mientras tanto la oposición sigue desgañitándose con banalidades, según la perspectiva victimista desde la que comunican, como el aprovechamiento de su capacidad para engatusar a personajes cercanos al Presidente con el único objetivo de minar su proyecto. Insisto, deberían preocuparse por planear.
Aunque desconozco la complejidad del intrincado asunto y prefiero reservar mi pronóstico, los alcances de la polémica Scherer-Gertz-Cordero-Zaldívar serán de consecuencias inimaginables y seguramente funestas, principalmente para Scherer; me explico.
Supongo que editar la revista toma más de un día, por lo que seguramente el Gobierno fue informado de que el otrora consejero jurídico decidió hablar dos días antes de la inauguración de la obra pública más importante de los últimos 4 sexenios, en la revista que pertenece a su familia y que alega nunca haber utilizado para sus fines e intereses, hasta ahora, dos días antes de la apertura de la magna obra.
Asimismo, durante la semana anterior uno de los medios del grupo Prisa, en el que estuvo empleado Juan Ignacio Zavala, hermano de Margarita Zavala y esposo de María Scherer, hermana del antiguo consejero, publicó que el fiscal era propietario de lujosas propiedades en España.
Todos estos intereses intrincados por casualidad, si usted gusta, dan la impresión de que Julio Scherer traicionó la confianza del Presidente decidiendo emular el papel interpretado por personajes como Carlos Urzúa y Lilly Téllez, ya que el abogado prefirió desoír la supuesta petición para evitar profundizar el conflicto formulada por el secretario Adán Augusto.
Aún es difícil dilucidar si Scherer está actuando así porque está mal asesorado o por simular inocencia, porque no podemos olvidar que justificación dada, culpa manifiesta, aunque existe una tercera opción que puede sonar descabellada; una impostura maquinada en conjunto por López Obrador, para lograr cambios culturales mediante procesos públicos y colectivos para solucionar “ejemplos prácticos” de situaciones políticas de interés público.
El ex consejero debería saber que cuando AMLO se despidió de él expresando que era su hermano, estaba siendo diplomático y manifestando su conflicto de interés para posteriormente excusarse de intervenir en la solución de cualquier problema que se estuviera gestando en ese momento. Por ello se equivocan quienes reclaman que el Ejecutivo se haya hecho a un lado, así como Scherer cuando argumenta que él influyó en el nombramiento del Fiscal, porque insinúa que su poder de influencia le genera inmunidad.
La senadora Sánchez Cordero, en cambio, fue más prudente; rehusó la confrontación y declaró que el tiempo pondría las cosas en su lugar. Por otro lado, cualquier persona con un acervo político medianamente respetable sabe que el Dr. Gertz Manero está más allá del bien y el mal, y que su poder no emana del cargo público, sino del tipo de hombre-político que representa, en el que impera la razón de Estado como criterio de acción.
De cualquier manera, la SCJN lleva mano en la solución del conflicto y ayer informaron que el proyecto del ministro Ortiz Mena sugiere conceder la libertad a las inculpadas por el caso en el que el Fiscal está involucrado. La votación tendrá repercusiones mayores a las que algunos involucrados logran percibir, servirá para definir al futuro Presidente de la Corte, y acotará el margen de acción de la oposición que busca cosechar éxitos obstaculizando el mandato presidencial.
Asimismo, por absurdo que parezca no descartemos la opción de una impostura. En la historia de los fracasos de la izquierda mexicana siempre ha habido traidores y caballos de Troya, como Miguel Mancera, que primero participó aniquilando al PRD para posteriormente desplazar de sus partidos de manera oportunista a personajes como Alejandro Murat y Damián Zepeda.
Los últimos señalados se han percatado de que una plataforma política que busca crecer entorpeciendo el proyecto de un político que concluyó en 3 años la obra pública más importante del milenio, no es un camino que conduzca al éxito en tiempos de transformación, por lo que están buscando reorganizar a sus respectivos partidos.
En sentido contrario, los políticos y empresarios que conforman la coalición “Sí/Va por México”, acompañados por el sector académico inconforme y resentido con la 4T, se condenan a la extinción política si no eligen el camino de la cooperación y la autonomía en el ejercicio de la profesión, en contraposición a las tácticas callejeras de intimidación por las que han optado.