Por Emir Olivares Alonso y Laura Gómez
Ciudad de México.- La caravana migrante llegó a su fin. Tras un acuerdo con el gobierno federal, las más de 500 personas que conformaban el contingente tomaron caminos distintos rumbo al norte del país. La mayoría con un objetivo clavado en el corazón: cruzar a Estados Unidos. Sólo desean un trabajo y una mejor vida.
Ayer, tras diez días de permanecer en la Ciudad de México y semanas de caminar desde Tapachula, Chiapas, los migrantes abordaron 12 autobuses que los llevaron, por separado, a cuatro ciudades norteñas: Chihuahua y Ciudad Juárez, Chihuahua; Hermosillo, Sonora; y Monterrey, Nuevo León, donde continuarán con el trámite de visas humanitarias en las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) en esas urbes, con esto se regularizara su situación migratoria en México.
“Hoy comienza un nuevo capítulo, en el que esta caravana se escindirá y disolverá para que cada uno pueda seguir sus sueños individualmente”, dijo ante las decenas de migrantes el organizador del contingente y líder de la organización Pueblo sin Fronteras, Irineo Mujica.
Para ello, las autoridades dispusieron de autobuses para trasladarlos al norte del país: cuatro a Hermosillo, cinco a Monterrey, uno a Chihuahua y dos a Ciudad Juárez. Llegarán directamente a las sedes en esas ciudades del INM para iniciar con los trámites.
Esto debido a que el Instituto –que inició con los procesos el lunes— había advertido que sólo tenía capacidad para resolver 30 procedimientos diarios en su sede de la Ciudad de México, lo que prolongaría la estancia de la caravana y la desesperación de la gente, pues se calculaba concluir a mediados de enero. La Secretaría de Gobernación informó que hasta ayer había entregado 100 visas humanitarias, dando preferencia a núcleos familiares con niños menores de cinco años.
La presidenta de la CDHCDMX informó que a los 510 migrantes se les dará la visa humanitaria, y de ellos, 100 iniciarán su trámite para obtener la residencia permanente pues su deseo es quedarse en México. El resto, aspira llegar allende las fronteras. Entre el total de extranjeros, hay 100 niños y adolescentes. Además, 59, todos ellos haitianos, decidieron quedarse en la Ciudad de México.
En la caravana hay ciudadanos sobre todo de El Salvador, Honduras y Guatemala, y también cubanos, venezolanos, nicaragüenses, colombianos y brasileños.
Esta nueva etapa les renovó la esperanza tras innumerables penurias que han padecido desde que abandonaron sus países.
Para leer la nota completa, click aquí: La caravana se dispersa; INM atenderá a migrantes en el norte del país
Con información de La Jornada