Hermosillo, Sonora.- Mariana pensó en dejar el baile cuando las secuelas por covid le dificultaron desempeñarse como antes, pero gracias al apoyo de su familia y amigos siguió adelante, se preparó y ganó dos medallas de bronce y un segundo lugar en el Concurso Internacional de Danza CIAD 2021.
Desde los tres años, Mariana Contreras Mann, originaria de Caborca, descubrió su amor por la danza mientras veía a su hermana en clases de baile; aprendía las coreografías, participaba y desde entonces no dejó de hacerlo.
“Comencé a los tres años en la Casa de la Cultura, no sé exactamente cuánto tiempo duré ahí, pero como a los 12 salí uno o dos años de bailar. En ese tiempo bailé tahitiano, jazz y todo lo que se daba.
Me salí porque quería buscar algo nuevo, quería experimentar un grupo más fuerte, con más nivel, con más de todo”.
Recordó, “mi hermana estaba en Cobach y la invitaron a unirse al grupo de la Universidad de Sonora, le dije ‘si tú no vas, yo me voy a ir’, le comenté a mi mamá que estaban aceptando externos y desde la secundaria me aceptaron en el grupo”.
Así comenzó a prepararse para competencias grupales y después expresó a su maestra las ganas de acudir a un concurso individual, donde pudiera vivir la experiencia, aprender y continuar preparándose.
La joven estaba decidida a ganar uno de los primeros lugares en la competencia internacional organizada por la Confederación Mundial de Profesionales de la Danza, hasta que enfermó de covid 19 en junio de 2021.
“Regresé y mi condición era fatal, no podía respirar, no aguantaba ni un minuto bailando, quería llorar, llegaban con mi mamá y le decía que ya no servía para esto.
Ella me decía ‘vamos a comenzar de nuevo’ y yo le respondía que cómo íbamos a empezar de nuevo si me había costado tanto llegar hasta donde estoy, pero me dijo que lo haríamos de poquito en poquito.
Comentó, “además de danza y de mi entrenamiento normal, tuve que entrenar en casa y hacer crossfit porque necesitaba condición desde cero, batallaba mucho para respirar.
Un día llegó un compañero y me dijo que debía dejar esa mentalidad porque sola me estaba afectando, que no permitiera que algo así me detuviera y que llevaba mucho avanzado, que solo tenía que retomarlo”.
Nuevamente comenzó a recuperar la condición, a respirar cada vez mejor y aprender sus coreografías para llegar al nivel en donde estaba antes de contagiarse, hasta sentirse preparada para volver a competir.
Además del segundo lugar y las dos medallas de bronce obtenidas en las categorías Jazz Musical y Jazz Lírico, Mariana ganó un pase a la gala del evento, donde se presentan sólo los mejores números.
“Les digo a mis compañeros y a mis maestros que nunca había disfrutado tanto una competencia, al saber el esfuerzo que le había metido todo el tiempo.
Empecé a bailar, salía del escenario y me sentía cansada como nunca, pero solo pensaba que ya había pasado un baile, que tenía que correr a cambiarme para llegar al otro y gracias a Dios me fue muy bien”.
Dijo, “no me imaginé que después de tanto, después de todo lo que batallé me iba a ir tan bien”.
Para Mariana, la prioridad en los próximos meses será cuidar de su salud física y sobre todo mental, así como prepararse para una competencia en la que piensa participar durante marzo de 2022.