La presidenta del Colectivo de Madres Buscadoras de Sonora, Ceci Patricia Flores Armenta, informó que terminó la huelga de hambre que había iniciado la mañana de este lunes, luego de recibir la atención de la Fiscalía General de la República (FGR).
La huelga de hambre se llevó a cabo afuera de las instalaciones de la FGR, en la Ciudad de México, ante la inatención de las autoridades por la desaparición de su hijo.
El Colectivo de Madres Buscadoras recibió el compromiso de las autoridades para atender los casos de sus familiares desaparecidos, y de contar con protección ante las amenazas de las que han sido objeto, de acuerdo con La Jornada.
Ceci Flores, líder y fundadora de Madres Buscadoras de Sonora, informó que después de algunas horas de haber iniciado su protesta fueron recibidas las integrantes del colectivo por el titular de la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada, Abel Galván Gallardo, quien se comprometió a atender sus denuncias.
Asimismo indicó que fue desplazada por las amenazas recibidas en el marco de su labor como presidenta del colectivo, dado que durante la reunión con las autoridades consiguió la calidad de víctima, por lo que se le asignara protección.
Señaló que también se investigará el asesinato de Arantza Ramos, integrante del colectivo, quien exigía la solución de la desaparición de su esposo, hecho ocurrido en diciembre de 2020, y quien fue asesinada a balazos en Guaymas, Sonora, el 15 de julio pasado.
“Más que nada que nos reconocieran como colectivo para que cuando hagan mesas de trabajo en la fiscalía también nos tomen en cuenta”, señaló Flores Armenta, quien señaló que firmaron una minuta con todos los acuerdos, por lo que regresarán a Sinaloa para continuar con la búsqueda de sus familiares.
El pasado 22 de julio, Cecilia Flores relató en Aristegui en Vivo las amenazas de muerte que ha sufrido en fechas recientes: “Es muy doloroso para mí. Nos ha caído como una bomba a toda la familia de Madres Buscadoras y a mi familia, que sientan que estoy amenazada, que puedo morir solamente por estar en una lucha incansable por buscar a mis hijos, por traerlos a casa por traer la paz que un día alguien me robó”.
La activista señaló que un día después de que Gladys Aranza Ramos Gurrola -una integrante del colectivo que buscaba a su esposo- fuera encontrada muerta con impactos de bala le llegaron mensajes diciéndole que se cuidara porque seguía ella. “Señora cuídese porque la que sigue es usted, la orden ya está dada por el jefe”, fue uno de los mensajes que le hicieron llegar por teléfono.
“Me dijo que él me estaba dando la información porque me estimaba, porque le dolía, porque no era justo, porque había conocido a mi hijo y era un gran hombre”, comentó a la periodista Carmen Aristegui, sin que le hubiesen dado a conocer el paradero de su hijo.
Le advirtieron que se cuidara tanto del crimen organizado como del gobierno. Flores dijo que había recibido protección por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y se encontraba resguardada, aunque advirtió que las búsquedas no se pararán.
“Yo estoy a la distancia y no puedo acompañar a mis compañeras pero desde aquí seguimos la lucha, una lucha incansable por traerlos de nuevo a casa; que la gente sepa que no nos debemos de rendir, por más oscura que se vea la noche sabemos que un día va a amanecer y que ese día puede ser cuando lleguen nuestros hijos”, comentó.