CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Viene usted al Senado a defender lo indefendible: una ocurrencia presentada como política de Estado en materia de seguridad resumida en una frase tan simplona como perversa: abrazos no balazos”.
Así inició su intervención la senadora Lilly Téllez, del Partido Acción Nacional (PAN), durante la comparecencia de Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Luego, la panista acusó que la prometida transformación hacia la seguridad resultó ser una degradación y la consolidación pública de la unión entre el poder político y el poder del crimen organizado.
“Le pregunto, Rosa Icela Rodríguez: ¿La orden a la Guardia Nacional es no hacer nada? Tal y como lo acabamos de ver en un video reciente, en Sonora se encontraron elementos con la Guardia Nacional y delincuentes. Se saludaron y cada quién siguió su camino”.
Añadió: “La Guardia Nacional es el grupo de edecanes más caro que ha tenido este país”.
La exmorenista también dijo que la reunión del gabinete de seguridad que encabeza todos los días el presidente Andrés Manuel López Obrador “sirve para tomar café y despertar bien, pero es inútil para disminuir la violencia”.
Al señalamiento, Rosa Icela Rodríguez respondió que las administraciones pasadas intentaron resolver la inseguridad únicamente con el uso de la fuerza, y esa es la diferencia con este gobierno, pues busca atacar las causas que generan la violencia.
“La paz sí se construye con más abrazos, con más civilidad, con más hermandad, no venimos a ganar una guerra, venimos a ganar la paz”, soltó.
“¡Abrazos, no balazos, no significa que estemos cruzados de brazos!”, remató.
Como ejemplo de los resultados logrados desde las reuniones diarias del gabinete de seguridad, Rodríguez apuntó que se han ejecutado órdenes de aprehensión de cientos de objetivos prioritarios, y leyó 15 casos como ejemplo, entre ellas la detención de dos mujeres vinculadas con el presunto líder de la mafia rumana Florian Tudor por clonación de tarjetas, lavado de dinero y fraude; la captura de colaboradores del Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación y Cártel del Noreste, por delitos contra la salud, o del Cártel Juárez y Nuevo Cártel de Juárez por delitos relacionados con el ataque a la familia LeBaron.
Cuando leyó la detención por tortura de Luis Cárdenas Palomino, colaborador de Genaro García Luna, secretario de seguridad Pública de Felipe Calderón, la bancada de Morena estalló en aplausos.
Antes, Rosa Icela desairó a la panista Lilly Téllez, quien le regaló un ejemplar del libro de “El Padrino”, de Mario Puzo, al acusar que el gobierno de López Obrador tiene una relación con el crimen organizado, “entre abrazos y balazos”.
Téllez posó para la foto extendiendo el ejemplar hacia la titular de la SSPC, pero ésta no lo recibió.
“No lo reciba”, gritaban los senadores y senadoras de Morena.
“Traidora”, reclamó a Téllez la morenista Lucía Trasviña.
“Les voy a mandar un libro a ustedes también. Tengan para que se entretengan senadores”, respondió la panista.
La senadora Eunice Romo, de Encuentro Social, lamentó que se le “gritara” a las Fuerzas Armadas, y en una clara alusión a Téllez, quien fue conductora de televisión, soltó: “Este no es el noticiero matutino”.
“No venimos a buscar show, no venimos a buscar rating”, lanzó.
La comparecencia de la secretaria de Seguridad, en el marco del análisis del Tercer Informe de Gobierno, resultó inédita, pues acudió acompañada por el gabinete entero de Seguridad, a petición del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal.
Así, los reclamos a la secretaria también fueron escuchados por Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional; José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina, y Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional.
En el salón de plenos también estuvo Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, y sólo los primeros minutos de la comparecencia Adán Augusto López, secretario de Gobernación, quien tuvo que retirarse de emergencia.
Rosa Icela presumió avances en materia de seguridad y detalló que, de enero a agosto de 2021, comparado con el mismo periodo de 2018, se logró reducir la incidencia de delitos como el secuestro, en 46.6%, y el robo de hidrocarburos, en 94%, desde diciembre de 2018.
Además, sostuvo que se logró contener el delito de homicidio doloso a finales de 2020 y no se ha incrementado. Y aseguró que 50% de los homicidios dolosos se concentra en seis entidades federativas: Guanajuato, Baja California, Michoacán, Jalisco, Estado de México y Chihuahua, donde se ha reforzado la presencia de la Guardia Nacional.
Sin embargo, reconoció que de enero a agosto de 2021 el número de feminicidios en el país aumentó 11.9%, aunque aseguró que esto se debe a la homologación del delito de feminicidio a nivel nacional.
“¿De qué país se habla? ¿a qué país se refiere cuando nos da estas cifras? ¿Qué país es aquel donde masacran mujeres y niños de la familia LeBaron, allá por Chihuahua, con total impunidad?”, ironizó Juan Zepeda, de Movimiento Ciudadano.
“¿Qué país es aquel donde pueden llegar con total impunidad a lugares públicos y a perpetrar auténticas matanzas, que tengo aquí documentadas? ¿Qué país es aquel donde ya estamos viviendo auténticos actos de terrorismo, como el ocurrido hace un par de días, donde al abrir un paquete estalla una bomba? ¿Qué país es aquel donde en plena campaña electoral se puede amenazar a una candidata y se tiene que retirar de la campaña, porque no hay quien la proteja?”, remató el experredista.
Dirigiéndose a los militares presentes, Zepeda también preguntó: “¿Qué país es aquel donde se abusa de las Fuerzas Armadas, sacándolas de su principal función que es la soberanía nacional y se les expone a combatir delincuentes con la orden de que no pueden usar las armas?”.
Rosa Icela respondió que es el país que heredaron. Su respuesta fue aplaudida por senadores y senadoras de Morena y aliados.
“Los cárteles, señores y señoras, no nacieron ayer, ni siquiera en la pasada administración. Estamos trabajando, estamos trabajando sin descanso para atender las problemáticas de cada región”, subrayó.
La secretaria mantuvo un tono conciliador durante su comparecencia, incluso dijo que las preguntas y los cuestionamientos de las y los senadores de oposición enriquecen la discusión y llevan a la reflexión.
Sobre la violación a los derechos humanos de migrantes en la frontera sur, expresó que no se puede confundir las quejas con las recomendaciones.
Lo anterior, en referencia a los 451 expedientes de quejas contra la Guardia Nacional ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (50/2020), de la que sólo una se convirtió en una recomendación. Se trata del señalamiento por el uso de la fuerza y violaciones a los derechos humanos durante dos operativos migratorios en el estado de Chiapas.
La funcionaria federal manifestó que son las recomendaciones de las comisiones de Derechos Humanos las que tienen una trascendencia legal y las que afectan el historial de una corporación, y no las quejas. En ese sentido, destacó que la Guardia Nacional sólo tiene una recomendación de la CNDH, y afirmó que se está atendiendo debidamente.
Al finalizar su comparecencia, Rosa Icela Rodríguez aseguró que no encontrarán en ella ni en los directivos de su secretaría acuerdos con grupos criminales.
“No tenemos compromisos oscuros, ni por debajo de la mesa”, afirmó.
Versión de la intervención en tribuna de la senadora Lilly Téllez para formular preguntas a la Lic. Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, en el marco del análisis del Tercer Informe de Gobierno del Presidente de la República
Buenas tardes, senadores. Buenas tardes, secretaria Rosa Icela Rodríguez.
Buenas tardes a los funcionarios y militares del más alto rango del gobierno federal que están aquí. Bienvenido, Leonardo.
Viene a usted al Senado, secretaria Rodríguez, a defender lo indefendible, una ocurrencia presentada como política de Estado en materia de seguridad, resumida en una frase tan simplona como perversa: “abrazos, no balazos”.
Millones de mexicanos creíamos que esa frase comprendía un objetivo, lograr un país con más fraternidad y menos balaceras, pero esa expresión, “abrazos, no balazos”, es de hecho la proclamación del compromiso de la 4T con el crimen organizado.
Es la declaración abierta del sometimiento de la fuerza pública a la fuerza de las mafias.
Se tiene que decir aquí, con toda precisión, porque es lo que se dice en las calles, es lo que dicen los expertos y se repite a espaldas de ustedes, de ustedes los de la cuatro te, ustedes, a quienes se les respeta por temor, no por admiración.
La prometida transformación hacia la seguridad resultó ser una degradación, la 4T consolida y formaliza públicamente la unión entre el poder político y el poder del crimen organizado.
Es un acuerdo que reitera entre líneas el propio Presidente de México una y mil veces, con toda la seriedad y legalidad implícita en los eventos oficiales.
“Abrazos, no balazos”, se convirtió en una frase grosera, es equivalente a una aleación de incompetencia, cobardía y falta de humanidad.
A las pruebas me remito, durante los últimos 2 años México se mantiene como el país con más violencia homicida a nivel mundial, de las 10 ciudades más violentas del mundo 7 son mexicanas; con la 4T hay más muertos que antes, van 91 mil asesinatos y contando, comparado a los tres primeros años del gobierno de Peña Nieto la 4t lo rebasa con el doble de muertos, y comparado con los tres primeros años del gobierno de Felipe Calderón la 4T lo supera con el triple de muertos.
Los feminicidios aumentaron, cada día matan a 10 mujeres en México en lo que va de este sexenio, han asesinado a 43 periodistas en lo que va de este sexenio, han matado a 68 activistas y defensores de derechos humanos en lo que va de este sexenio, asesinaron a 102 políticos en las pasadas campañas electorales en lo que va de este sexenio.
Los tiroteos en la vía pública, los levantones, las carreteras bloqueadas y las casetas tomadas son el pan de cada día en lo que va de este sexenio.
Los ciudadanos tienen miedo, el 66 por ciento de la población percibe la inseguridad a la vuelta de la esquina; secretaria Rodríguez, la 4t ha torcido hasta el nombre del ministerio que usted preside, en lugar de seguridad abandonan a México en la violencia, y en lugar de protección dejan a los ciudadanos en la indefensión, no hay discursos que oculten la realidad, en los hechos los ciudadanos ponen a los muertos y ustedes sólo ponen palabras.
La reunión que sostienen muy temprano todos los días el presidente y el Gabinete de Seguridad sirve para tomar café y despertar bien, pero es inútil para disminuir la violencia; bien lo advirtió el exembajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, cuando señaló la actitud pasiva del presidente López Obrador frente al crimen organizado y los cárteles; dijo que para López Obrador los cárteles son una distracción y los deja hacer; también afirmó que entre el 35 y el 40 por ciento del territorio mexicano está controlado por el crimen organizado. Es casi la mitad del país.
Le pregunto secretaria Rodríguez: ¿Qué acciones ha tomado usted ante la información que reveló el exembajador?
¿La orden a la Guardia Nacional es no hacer nada? Tal y como lo acabamos de ver en un video reciente, en Sonora se encontraron elementos de la Guardia Nacional y delincuentes, se saludaron y cada quien siguió su camino.
Entonces, ¿para qué tenemos Guardia Nacional? ¿para qué tienen armas? ¿para qué tienen uniformes, cuarteles, vehículos?
Bien lo señalan periodistas mexicanos: estamos ante una desactivación frente al crimen organizado y la Guardia Nacional es el grupo de edecanes más caro que ha tenido este país.
¿No les da vergüenza, señores? No les da vergüenza, señores. Los invito a que porten ese uniforme no solo con gallardía sino con lealtad a la patria; las prendas y las estrellas no significan nada si quien las viste no tiene carácter para defender a los mexicanos.
“Abrazos no balazos”, es la cínica confesión de que la 4T entregó la plaza a cambio de quedarse con el poder político, tanta era su ambición que doblaron las manos ante el crimen organizado. Espero que tengan la decencia de no pedirme pruebas de lo que afirmo.
Bien saben que es prácticamente una condena de muerte para un ciudadano, recabar las pruebas es tarea de ustedes, y es de notar que a pesar de que tienen toda la fuerza y seguridad del Estado, no lo hacen.
Presidente Olga Sánchez Cordero: Puede concluir, senadora. Muchas gracias.
Senadora Lilly Téllez: Ya voy a concluir.
Esa valiente investigación sobre los pasos del crimen organizado la siguen haciendo los periodistas mexicanos, ellos son los que están documentando y publicando el desastre de carecer de una estrategia de seguridad real, y son los mismos que insulta el jefe de todos ustedes todos los días, bajo la protección de vallas, murallas y blindajes.
No hay forma de explicar, secretaria Rodríguez, que el Estado mexicano haya renunciado a proteger la vida de los ciudadanos, siendo esa la principal razón del Estado.
Ya voy a concluir senadora Presidente.
Ya presenté una iniciativa para que los carteles de la droga sean clasificados como terrorismo, no tengan miedo, señores, no tengan miedo para darle el visto bueno, dejen ya la vieja excusa de que ello implicaría un riesgo de invasión por parte del gobierno estadounidense.
Negarse a aceptar mi iniciativa es prueba de la colusión entre el poder político y el poder del crimen organizado.
Le voy a entregar un libro secretaria, le voy a entregar un libro que trata sobre una relación entre el poder político y el poder del crimen organizado, precisamente “Entre abrazos y balazos”.
Les voy a mandar uno a ustedes también. Tengan, para que se entretengan.