Por Karla Acosta
Los perros mestizos o “de la calle” son los que más sufren el rechazo por parte de una sociedad que los discrimina, misma que les abre las puertas a las huellitas de raza definida sin antes dimensionar las necesidades de la especie, señaló la directora de Pata de Perro, Carolina Araiza.
Ante esta situación, Hermosillo, Sonora (como otras partes del mundo), atraviesa por una crisis de hogares temporales y definitivos para perros y gatos que necesitan una morada donde su bienestar sea prioritario. Casos hay muchos.
Remo y Choco
Choco llegó con cáncer en un ojo a la veterinaria Pet Station hace dos años. Se le realizó una cirugía y, desgraciadamente, su órgano dañado fue extirpado. Poco tiempo después llegó Remo a la veterinaria y se hizo muy amigo de Choco, pero no de las personas, solamente de los trabajadores del lugar.
Con el paso del tiempo, el cáncer de Choco avanzó al grado de infectar el otro ojo, que también fue extraído con cirugía, esto para preservar la salud y vida del peludo café. La pérdida de este sentido volvió inseguro al can, al grado de no convivir con otros de su especie, ya que su carácter temeroso provoca reacciones de defensa hacia los demás.
Remo al ver el estado de su amigo cuando perdió la vista por completo, se solidarizó con él y se convirtió en su lazarillo, pero sobretodo, se volvió sus ojos. Uno no puede vivir sin el otro, es por ello que, quien desee adoptar, se tendrá que llevar el paquete completo, además el adoptante no deberá tener otras mascotas en casa por la condición vulnerable de Choco.
Pet Station
La clínica veterinaria donde habitan Choco y Remo está en la colonia 5 de mayo. Ofrece consultas médicas, spa, hotel y parque canino. Los perritos se relajan en un amplio patio trasero acondicionado con jaulas, muchos árboles que brindan sombra, y una alberca.
Además de las médicas veterinarias, personal de recepción y cuidadores de los animales, Remo ha sido factor clave para el funcionamiento del lugar. Recibe a los perros que se hospedan y/o visitan el lugar, les pone límites cuando es necesario, les ayuda a socializar con los demás canes y separa peleas, pero también cuida de los que llegan delicados de salud, así como lo hizo con Choco.
Cheeta y Resquieu
Carolina Araiza atendió el rescate de estas dos perritas de cinco y un año y medio, respectivamente. A mediados de agosto de este año, recogió a Cheeta; la huellita estaba desorientada, con hambre, cansada y en los huesos. Su mirada, cargada de profunda tristeza, se limpiaba con lágrimas que recorrían el pelaje de su cara.
La rescatista narró que la encontró en un camellón en el cruce de Colosio y Quiroga, al poniente de la ciudad a la media noche. La subió a su carro y recorrió media ciudad para llevarla hasta Pet Station, donde muy amablemente la recibieron a esa hora. Tras realizarle varios estudios resultó positiva a TVT, Tumor Venéreo Transmisible, y a muchos padecimientos más.
Resquieu aún no cumple dos años de edad. Fue reportada por una mujer en el centro de la ciudad. Tenía heridas en su cráneo y fractura en la pata delantera derecha. Ambas ya están listas para estar en un hogar, aunque sea temporal, para continuar con su recuperación fuera de una jaula. Cheeta ya recibió su primera quimioterapia, y ambas tratamiento contra la erliquia.
¿No puedes adoptar? Ayuda a los callejeritos donando alimento a las veterinarias y activistas que realizan esta noble labor.