Hermosillo, Sonora.- La Universidad de Sonora y la Universidad de Arizona buscan impulsar en Hermosillo la creación de otro pulmón verde: un espacio con vegetación de la región o especies adaptadas, que integre un huerto urbano y logre captación de agua de lluvia a través de procesos naturales.
Las instituciones desarrollaron un proyecto con el que obtuvieron el premio Fondo de Innovación 2020 México-EU; cuenta con el respaldo de organizaciones y empresas como la Fundación Mary Street Jenkins, la Fundación Coca-Cola México, Sempra Energy y la Embajada de los Estados Unidos en la Ciudad de México.
José Manuel Ochoa de la Torre, académico del Departamento de Arquitectura y Diseño, y encargado del Laboratorio de Energía, Medio Ambiente y Arquitectura en la Universidad de Sonora, comentó que trabajarán en el plan de infraestructura verde por un año, iniciando en septiembre de 2021 y culminando en 2022.
“Vamos a trabajar aquí en Hermosillo seleccionando el sitio donde se realizará el proyecto, haremos visitas de campo, prepararemos la investigación preliminar, tendremos seminarios conjuntos por especialistas tanto de Arizona como México.
En el segundo semestre del año, previendo la cuestión del tránsito y del COVID, vamos a tener una visita de campo a la Universidad de Arizona, donde conoceremos las instalaciones, tendremos pláticas, se conocerán los estudiantes”.
Agregó que después de esa visita, “volvemos a Hermosillo con todos los profesores y estudiantes de Arizona, y trabajaremos directamente en campo, analizando el sitio, haciendo sesiones participativas con la comunidad”.
En la Universidad de Arizona será la doctora Adriana Zúñiga Terán, investigadora científica asistente, quien contribuya al proyecto, con la experiencia y conocimientos adquiridos en proyectos anteriores también enfocados a la infraestructura verde.
“Tucson es un líder a nivel nacional en políticas que fomentan la infraestructura verde, ¿y para qué? Porque el cambio climático y el calentamiento global ya no es cosa del futuro sino del presente.
La manera en que las ciudades se adapten mejor a estos cambios de altas temperaturas, mayores tormentas, inundaciones y demás, es a través de este tipo de intervenciones donde se usen espacios verdes para capturar el agua de la tormenta e infiltrarla en los acuíferos”.
Zúñiga Terán aseguró que “esto es mayormente relevante en climas áridos, como los que compartimos con Hermosillo”.
Una primera parte del proyecto contempla la visita a diversos espacios de la ciudad en la búsqueda de un sitio en el cual se pueda intervenir y aplicar las siguientes etapas; trabajarán también apoyados en colectivos ambientalistas, como Caminantes del Desierto.
El académico José Manuel Ochoa de la Torre puntualizó que este tipo de trabajos dan la oportunidad de que organizaciones ambientalistas y otros grupos cuenten con una base para comenzar a hacer las mismas actividades y solicitar financiamientos externos.
Asimismo, dijo, se pretende que este proyecto se convierta en un modelo que se pueda replicar en otros lugares de la ciudad y, sobre todo, que abone a la participación ciudadana en la capital sonorense.