Desde hace ya unas semanas Fundación Pata de Perro AC fue convocada las mesas de transición ciudadana por el alcalde electo Antonio Astiazarán, con la finalidad de hacer un análisis en torno a los servicios públicos actuales en nuestra ciudad y más específicamente para evaluar los programas y operatividad del Centro de Atención Canina y Felina, que hoy por hoy ha sido una dependencia relegada y desatendida -y claro la actual administración no fue la excepción pues brilló por su ausencia en la aplicación de multas por maltrato animal, la falta de campañas de castración y sobre todo la falta de difusión de su labor entre la ciudadanía-. Solo para darnos una idea, según la dependencia se aplicaron SEIS sanciones administrativas de 2018 a 2021 – cifra que ponemos en duda pues toda la información que se nos otorgó no concuerda para nada con la realidad que se vive en la ciudad. Seis sanciones en tres años únicamente cuando las asociaciones recibimos decenas de reportes diariamente de casos que ameritan no solo una multa administrativa sino prohibirles volver a tener un animal de compañía pues no son para aptos para cuidarlos como es debido.
El Centro ha operado por décadas bajo direcciones con falta de visión y liderazgo, pero más que nada con una gran falta de empatía por los animales. Para quienes estamos en el activismo no es un secreto que esta dependencia necesita una transformación muy profunda, puesto que su forma de operar fue obsoleta desde sus inicios cuando aún se denominaba Antirrábico –aunque sigue operado como tal-.
Lo hemos repetido una y otra vez se necesita un programa integral para disminuir el crecimiento desmedido de la población de fauna urbana –entiéndase perros y gatos- pero a la vez frenar el maltrato del que son víctimas. Se debe no solo esterilizar con criterios epidemiológicos sino concientizar y sancionar con el mismo criterio pues llevamos años luz de atraso en la materia y esto nos obliga a realizar acciones contundentes; además URGE la protección de otras especies de animales que se encuentran ya en la zona urbana y que desafortunadamente han pasado inadvertidos y claro la autoridad competente –estado y federación- han sido omisos en proteger.
Es por ello que en las mesas de transición a las que se nos ha convocado hemos presentado además de los hallazgos de la dependencia, un proyecto de transformación de la misma de un Centro a una Dirección de Protección y Bienestar animal, que no solo se encargue de “lidiar” con lo el tema de sobrepoblación canina y felina sino que haga extensivo su trabajo por medio de convenios con la federación y el estado para la protección de otras especies. La participación de la Sociedad Civil en las políticas públicas es VITAL puesto que somos nosotros los soldados en el campo de batalla luchando por visibilizar las diversas problemáticas y necesidades que enfrenta la protección animal, pero a la vez solucionando a “pequeña” escala en la medida de nuestras posibilidades –humanas y financieras- y que urge replicar y hacerlas exponenciales de la mano del gobierno y la sociedad en general. Estamos muy próximos a presentar nuestros proyectos y propuestas al Alcalde electo y ojalá el nuevo gobernador las haga suyas también para replicarlas en todo el estado. Estamos en el mejor de los ánimos de colaborar desde nuestra trinchera para que los animales vivan por primera vez una nueva realidad en nuestro municipio y en todo el estado, si es posible, solo falta voluntad política.