Hermosillo, Sonora.- El restaurante Árbol de Vida superó la pandemia de covid-19 y se renovó: hoy, con un equipo de 12 personas, creció para ofrecer una experiencia gastronómica única a sus visitantes en el Centro Histórico de Hermosillo.
En una Plaza Hidalgo revitalizada, con mesas y sillas para comer y conversar en el exterior, no solo ofrece un menú basado en la alimentación saludable, sino también un espacio para el disfrute de la cultura y la lectura, en un ambiente para compartir.
Octavio Cerecer, gerente de Árbol de Vida, está sentado en el mezzanine recién inaugurado al interior del restaurante. Desde este piso intermedio y abierto, se observa a sus espaldas un mural de hojas verdes y un tronco que emergen desde un libro abierto por una niña comcaac y un niño yaqui, en una obra del muralista Juan Pérez, quien retrató elementos de la flora, fauna y cultura representativa de Sonora.
En ese lugar y en una situación completamente distinta, con mayor optimismo, Octavio recuerda lo que les costó superar la pandemia de covid-19 y recuperarse de un cierre que temían definitivo.
“El nuevo concepto que le hemos dado al restaurante es buena alimentación, lectura y cultura”, explicó Octavio, “pero la buena alimentación no es solo el hecho de comer sanamente, sino que también inicia en lo que leemos, lo que vemos y en lo que escuchamos; queremos motivar a las personas a que despierten ese interés en la lectura, en la cultura y qué mejor que hacerlo con lo que hay a nuestro alrededor”.
Y agregó: “¿Tuvimos miedo? Claro que tuvimos miedo, porque no sabíamos qué venía y qué iba a pasar, pero siempre tuvimos esa apertura y esa disposición, las ganas de sacar adelante este negocio y ahorita nos ha ido muy bien; seguimos en proceso, seguimos en cambios, pero todo orientado a que nuestros clientes tengan una mejor experiencia en Árbol de Vida”.
El restaurante nació seis años atrás como un proyecto de los esposos Paul Dávila y Lorenia Encinas. En 2017, el restaurante cerró. Árbol de Vida ha tenido cuatro ubicaciones: primero en el bulevar Navarrete y, después de una pausa de dos años, se abrió en Plaza Londres, donde tuvo que cerrar por la pandemia, como muchos restaurantes.
Reabrió en agosto de 2020 en Las Quintas, ahí duró casi cuatro meses en operaciones, hasta que, en diciembre, los esposos Paul y Lorenia decidieron dejar el proyecto en manos de Brisa del Mar García y su familia. A partir de aquí empezó el proyecto de relanzamiento y transformación de lo que hoy es Árbol de Vida, con una nueva ubicación en la Plaza Hidalgo, en el Centro Histórico y con vista al Cerro de la Campana, con un nuevo menú y más jóvenes en el equipo.
Brisa del Mar García y su familia, así como quienes se quedaron en el restaurante agradecen y reconocen a Lorenia y Paul el haberles invitado al mundo de la gastronomía en el que han desarrollado sus capacidades.
Para la renovación de Árbol de Vida, se contrató a la Consultoría Gourmandise a cargo de Alejandro Molinar e Isabel Sánchez Galindo, quienes detectaron las áreas de oportunidad y realizaron una evaluación para mejorar y estandarizar los procesos que lograran una calidad continua.
A su vez, este grupo consultor asignó a Gaby Bravo como supervisora del trabajo y dirección de equipo que fue esencial para poder salir a flote.
“Son puros jóvenes, eso es lo padre, puros jóvenes con ganas de trabajar”, dijo Gaby, “con mucho amor a lo que hacen y eso se nota en cada bocado que los clientes dan, en todo el servicio, en todo el ambiente que se vive, porque todos son jóvenes que tienen mucho corazón, que le echan muchas ganas, que realmente aman lo que hacen y eso lo transmiten”.
Octavio Cerecer piensa que, quizás, está de más decir que la llegada del coronavirus afectó duramente al gremio restaurantero y que Árbol de Vida no fue la excepción, sin embargo, el cierre que sufrieron durante 2020 les hizo adaptarse para buscar sobrevivir.
“Queríamos seguir avanzando, queríamos que el Árbol creciera, pero necesitábamos cambios”, explicó Octavio, “necesitábamos adaptarnos a la nueva normalidad, a lo que nos pedía la gente y dijimos: borrón y cuenta nueva. Renovamos completamente todo, desde el menú, la imagen, la ubicación y la familia creció”.
Ahora cuentan con 12 integrantes, donde la mayoría son jóvenes estudiantes de carreras como Comunicación, Negocios Internacionales y Gastronomía.
Su menú para desayunos y comidas está inspirado en la cocina mexicana con un enfoque saludable, aunque fusionado con otras variedades gastronómicas: Hay chilaquiles, hot cakes de avena, omelettes, huevos con machaca, rancheros y al gusto. Tacos de pollo, camarón y sopes de la casa; pizzas al sartén, de pollo, atún y otras opciones. Una variedad en bebidas como jugos verde, de naranja-zanahoria, naranja-toronja, limonadas, jamailadas, licuados y café de talega. Se ofrecen opciones veganas y vegetarianas y todos los ingredientes utilizados son frescos, caseros, hechos al momento y sin conservadores.
“Nosotros, todo el personal, tenemos un platillo que lleva nuestro nombre”, explicó Octavio, “por ejemplo, los Tacos Octavio son una receta personal, es mi receta y por eso tiene mi nombre; tenemos el Pollo a la Sofía, las Enfrijoladas Karen y el Pan Francés Keyla; hicimos esto con la intención de sentirnos parte, porque realmente somos parte del Árbol de Vida”.
Dentro de las actividades del restaurante, de viernes a domingo, cuentan con la música en vivo del saxofonista David Murrieta desde las nueve de la mañana. También han organizado bazares con emprendedores locales y dinámicas en torno a la lectura cada fin de semana.
Sus espacios son tranquilos con la intención de que las personas puedan tener conversaciones agradables sin mucho ruido, pero también para que, quienes buscan trabajar o hacer reuniones, puedan asistir con todas las comodidades.
Karen Vásquez, la jefa de cocina de Árbol de Vida, encontró en este restaurante un lugar para experimentar y ponerle su toque personal a cada platillo.
“Me gusta que llegamos a darle vida a la plaza, porque es una plaza histórica que está aquí en Hermosillo y siento que Árbol de Vida le ha dado un giro, se ve que hay mucho más movimiento”. Sobre lo que más le gusta lograr con su cocina, concluyó: “Ver la satisfacción de la persona cuando está comiendo algo que tú hiciste, que sabes que le diste todo tu amor, toda tu entrega, eso”.
Cada 15 días habrá exposiciones de libros y de arte. Este domingo 2 de mayo a las 10:00 a.m. abren con Rosa Vilà Font, quien presenta su poemario “Cola de sapo, pata de pez, y tú a los animales ¿cómo los ves?.
Visita Árbol de Vida en Plaza Hidalgo, ubicado en la calle Álvaro Obregón y Garmendia, colonia Centro, de martes a domingo, de 08:00 a 16:00 horas. Encuéntralo en Facebook e Instagram como @arboldevidahermosillo.
Este fin de semana, a partir de hoy viernes 30 de abril, Árbol de Vida celebra a las niñas y los niños, en su día, con actividades y sorpresas, asiste con toda la familia cuidando todas las medidas sanitarias.