Hermosillo, Sonora.- La comunidad transexual en Sonora hizo historia: este lunes 19 de abril, María Carlota Camero Zazueta se convirtió en la primera persona transexual en rectificar su identidad de género ante el Registro Civil de la entidad.
Este hecho marcó un antes y un después en la población transexual del estado, ya que significa un avance en materia de derechos humanos, pues las y los transexuales podrán modificar su nombre y/o sexo en actas de nacimiento.
La empalmense de 29 años de edad comentó estar feliz con la Reforma a la Ley del Registro Civil de Sonora, pues rectificar la identidad de género es un trámite administrativo con gran significado para la comunidad transexual de la entidad.
“Me siento muy feliz, bastante satisfecha hasta cierto punto de este gran paso que se ha dado para las personas trans. Es un honor para mi ser de las primeras, yo y Alejandra Domínguez que somos las primeras primeras personas en todo el estado es un hecho histórico porque es la primera vez que se hace esto, que se aprueba un decreto de esta naturaleza y que se hace realidad.
Ese trámite administrativo significa mucho para las mujeres trans y hombres trans y personas no binarias dentro de la comunidad LGBTIQ. Es para mí muy importante la visibilidad que existe dentro de todas estas acciones porque es importante dignificar a las personas trans que hemos sido marginadas dentro de la sociedad”, externó María Carlota.
¿Qué implica rectificar la identidad de género?
Fue el pasado 1 de octubre de 2020 que diputados del Congreso de Sonora aprobaron cambiar la identidad de género de personas transexuales en actas de nacimiento.
Con ello se reformó la Ley del Registro Civil estatal, que incluye modificar nombre y/o sexo de las personas transexuales en este documento de identificación personal.
Esta iniciativa impulsada en 2019 por la diputada morenista Miroslava Luján López, contempla a toda persona mayor de 18 años para que pueda realizar los cambios en su documentación oficial.
Gracias a esta reforma las personas transexuales -una de las comunidades más violentadas y discriminadas por su preferencia sexual- contarán con documentos jurídicos que les permitirán ser ciudadanos legítimos en ámbitos como el académico, cultural, laboral, profesional y simbólico.