Por más de 20 años, don Adán, ha sido bolero, la calidad de su trabajo, y los miles de clientes que ha tenido a lo largo del tiempo, lo han convertido en toda una institución en el estacionamiento de Plaza Grande, al norponiente de Hermosillo.
El bolero, con 73 años de edad, trabaja por fuera de dicho lugar, en medio locales comerciales, pero fue hasta hace dos semanas que se mudó a la banqueta, junto al bulevar Solidaridad, pues con el tiempo los locales, incluyendo el supermercado, fueron cerrando y se convirtieron en objetivo de personas que lo vandalizaban, y Adán, al verse en riesgo, decidió retirase de ahí.
Siempre con una sonrisa, optimista y feliz con su trabajo, a don Adán López Vaca, no le falta tema de conversación cuando esta con un cliente, nos dice que es lo que más ha disfrutado como bolero.
“La vida espiritual, el trabajo y la salud, si haces el bien, pues te va bien, y vives bien, te sientes bien, soy como la mayoría de la gente, no inicia a fondo a mi Dios, y ahora con la biblia, estudios y platicas con personas que saben más de que yo, he aprendido algo, lo cual lo comunico a personas que saben menos que yo”, señaló Adán López
Amigos, su hermana mayor, siete pichones y tres perros son los que dependen económicamente de don Adán, en el caso de sus amigos, dijo que es porque los ayuda ocasionalmente.
El cajón de bolero con el que inició, aún lo conserva, es el mismo que utiliza actualmente para trabajar, lo compró en Villa de Seris y le costó 150 pesos, era una caja de herramienta donde carga sus herramientas para dar bola.
Recuerda que de niño, su padre fue quien le enseñó a bolear, nunca se imaginó que ya pensionado, a ase se dedicaría.