La “frágil” red de energía de Texas se restauró por completo para los residentes que han tenido que lidiar con los apagones causados por una feroz tormenta de cinco días, pero las dificultades para encontrar agua potable y levantar los cables de electricidad caídos persisten este el viernes.
Todas las plantas de energía del estado ya están funcionando pero alrededor de 280 mil hogares aún no tenían electricidad el viernes por la mañana, en tanto que 13 millones de personas -casi la mitad de los texanos- han visto interrumpidos los servicios de agua potable.
El hielo que se acumuló sobre los cables de energía esta semana y otros problemas tienen a los trabajadores de las compañías de suministros básicos trabajando en el exterior para restaurar la electricidad, mientras que el poderoso sector de petróleo y gas del estado de Estados Unidos evalúa formas de reactivar la producción.
Los hospitales de las zonas más afectadas se quedaron sin agua potable y tuvieron que transferir pacientes, mientras que millones de personas hervían agua para poder tomarla. Las plantas de tratamiento de agua quedaron inactivas esta semana.
Lina Hidalgo, funcionaria electa del condado de Harris, que comprende Houston, advirtió a los residentes que la crisis podría no haber terminado.
“La red es todavía frágil”, dijo, al enfatizar que el clima frío permanecerá en el área por unos días más, lo que podría poner bajo más presión “a estas plantas de energía que acaban de reactivarse”.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, confirmó que todas las plantas generadoras de energía del estado ya estaban operando desde el jueves por la tarde. Pidió al Congreso que apruebe leyes para asegurar que en el futuro las redes de electricidad estén preparadas para el clima extremo.
Los apagones cortaron los suministros de agua de millones de personas, lo que dificultó más la capacidad de los hospitales de tratar pacientes en medio de la pandemia de coronavirus, y de aislar a comunidades vulnerables.
Casi dos decenas de muertes fueron atribuidas al frío extremo. Las autoridades dicen que sospechan que muchas más personas fallecieron, pero que sus cuerpos aún no han sido encontrados.