¿Y la ley de prohibición de comida chatarra en Sonora?

Seguramente, en más de una ocasión te has preocupado por conocer cuántas calorías contiene tu bolsa de papitas, galletas, chocolates o tu lata de refresco o jugo. Sin embargo, ¿cuántas veces has desistido debido a que no quedan claros los porcentajes de sodio, azúcar o grasas que consumes por porciones señalados en las envolturas o envases?
Bien pues recientemente en el pasado mes de julio el Senado aprobó la ley en materia de etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas, ahora solo falta que el Ejecutivo promulgue la norma y se publique en el Diario Oficial de la Federación.
De esta manera, México se convierte en el cuarto país en Latinoamérica en aprobar esta medida. Hasta ahora, solo Chile, Uruguay y Perú son las naciones de la región que han adoptado este tipo de etiquetado.
La nueva ley de etiquetado lleva como objetivo cambiar la información en los envoltorios, para que el consumidor se entere de la calidad del contenido y tome una decisión para adquirirlo o ver otras alternativas.
Precisando el contenido de la ley, esta señala de manera clara lo siguiente:
La forma de destacar las características nutricionales será rotulando un etiquetado de advertencia: un símbolo octagonal de fondo color negro y borde blanco, y en su interior el texto “alto en”, seguido de: “grasa saturadas”, “sodio”, “azúcares” o “calorías”, en uno o más símbolos independientes, según corresponda. Las letras deben de ser de color blanco.
Las etiquetas o contra etiquetas para los alimentos y bebidas no alcohólicas deberán proporcionar datos e información clara y de fácil comprensión sobre los ingredientes que contiene, datos de valor nutricional, que consideren el contenido energético total que aporta el producto, así como el contenido de grasas saturadas, otras grasas, azúcares totales y sodio.
No se considerarán parte de la etiqueta aquellos elementos publicitarios de los alimentos y bebidas.

El etiquetado frontal debe hacerse en forma separada e independiente a la tabla de ingredientes e información nutricional, para generar un impacto visual real en el producto y deberá de indicar si son alimentos genéticamente modificados.
El sustento de la exigencia de un nuevo etiquetado se basa en datos y cifras epidemiológicas como parte de una estrategia de intensificación acciones para prevenir la diabetes, así como la obesidad infantil.
Según la OCDE , México registró un 32 por ciento de obesos entre la población adulta, la segunda cifra más elevada de los 34 países miembros sólo por detrás de Estados Unidos (36.5 por ciento).
No podemos dejar de al lado la reacción y pronunciamientos de empresarios Mexicanos, así como la molestia de grandes trasnacionales, los cuales argumentan que dichas estas iniciativas son “discrecionales y discriminatorias, pues focalizan el problema del sobrepeso y la obesidad al consumo de determinados productos y deja de considerar los múltiples factores de la problemática”
Considero que la argumentación que señalan las empresas afectadas con esta nueva ley de salud, no supera las mas mínima lógica y la racionalidad, ya que la problemática de salud y la alimentación de los niños mexicanos, esta muy estudiada por especialistas del mas alto nivel de reconocimiento científico, así como cientos de estudios universitarios relacionadas a las consecuencias de una alimentación  sobresaturada en sodio, edulcurantes y demás ingredientes químicos que impactan no solo en la salud biológica del niño sino en la correlación que tiene ésta con el comportamiento y el rendimiento escolar y en su propia maduración.
Tengo entendido que México ha recibido el reconocimiento de Inglaterra al ver adoptado dichas medidas educativas para la población en general y los niños en lo particular.
En el Estado de Oaxaca y recientemente se prohibió la venta de comida chatarra para los niños, principalmente en las escuelas. Lo mismo esta sucediendo en la Ciudad de México, ya que se está estudiando las precisiones y alcance de la ley antichatarra, para llevar su aplicación antes de que termine este año.
Finalmente es oportuno señalar que en la 59 Legislatura del Congreso Sonorense  se aprobó una modificación a la ley de educación y de salud, en el sentido de prohibir  venta de productos chatarra en las escuelas y “tienditas”, lo cual después de 11 años no se observan resultados ni en la regulación e inspección y mucho menos en la salud de los infantes, ya que los indices de obesidad se han disparado, incluyendo la diabetes infantil, entre otras manifestación de enfermedades crónicas que se pensaban exclusivas en los adultos.
Necesitamos actuar de manera ética, para hacer valer las leyes e incorporar iniciativas de ley que requiere en nuestras comunidades Sonorenses, ya que la verdad de las verdades en Sonora estamos muy atrasados y desconectados de la realidad nacional y mundial.
Lo bueno es que ya vienen las elecciones del 2021…….