Hice una breve pausa por el tema del coronavirus, pero esta es la segunda de tres, que darán luz sobre casos graves que deben seguirse, inclusive de oficio dentro del servicio público los casos son muchos en contra de las malas (os) servidores públicos, más aun en esta grave contingencia, así como múltiples violaciones a los derechos humanos y constitucionales .
Van desde el abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, ejercicio indebido o abandono del servicio público, uso indebido de facultades y atribuciones, intimidación, ejercicio abusivo de funciones, todas ellas entre otras sancionadas por el código penal estatal y federal, la ley de responsabilidades de fiscalización y las leyes civiles.
Ineptitud y sus consecuencias
La corrupción tiene muchas tonalidades, la ineptitud y muy grave es una de ellas, como dijo Alejandro Martí ¡si no pueden con el paquete renuncien!, esto le sucede muy a menudo a muchas “autoridades y servidores públicos” que NO entienden la importancia vital de su función social publica, ya que el impacto de sus decisiones nos afecta a todos, por causas imputables a estos ineptos.
Si, la ineptitud es corrupción, porque causa al servicio público descalabros y quebrantos financieros, desvío de recursos, uso incorrecto del erario, inefectividad programática de planes y programas, subejercicios, en muchos casos afectando a los que menos tienen o a quienes son inocentes, la ineptitud en el servicio público es una fuerte y grave, ¡gravísima causa de corrupción que a los ciudadanos nos agravia!.
Negligencia y sus consecuencias
El servidor (a) público que es negligente causa también corrupción, es quien causa un vicio abusando de sus funciones ,o sea aquel que falta a su deber, que causa omisión de la atención debida por inacción, descuido, por acción incorrecta, inadecuada o insuficiente, ya que esto causa efectos negativos colectivos en la sociedad, me consta en lo personal y por muchos casos que me comentan y suceden en Sonora, es progresivo y mortal.
Los efectos de la negligencia son una de las formas mas peligrosas del servicio publico, es silenciosa, soterrada, casi no se percibe pero se siente, es un deterioro estructural de las formas de Gobierno, alimentada por los “amiguismos, favoritismos, palancas, conexiones e influyentismo”, pero sobre todo ineptitud, es figuradamente hablando el coronavirus del servicio público, ¡terriblemente irresponsable!.
Conclusión
Todas las causales anteriores deben tener consecuencias, por ello denuncie estimado lector, a veces no es fácil, más aun cuando el denunciante no es experto en estos temas, también existe el natural miedo, a la coacción, represalias, difamaciones, amenazas físicas, familiares e institucionales, ante ello no hay más que “tener pantalones o enaguas”….
Debemos ante todo lo anterior tener valor civil, pensar y estar seguros que es la única forma de acabar con la corrupción,” “no se quede con el golpe” o los golpes de ineptos y negligentes, ¡denuncie, denuncie y sobre todas las cosas denuncie!!!, debe haber consecuencias ante tantos léperos (as), abusos y atropellos, aunque algunos de ellos “administre la justicia y seguridad de los ciudadanos”…. ¡es la única forma que este país cambie y prospere!… la tercera será la vencida.
“Cuanto mas poder se tiene, mas peligroso es el abuso” (Edmund Burke).
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