(Un saludo a los viagradependientes)
El Citrato de Sildenafil, mejor conocido como Viagra (producto químico que se está vendiendo como golosina y tomando como agua) ofrece soluciones rápidas, efectivas y agradables posiblemente como ningún recurso antes conocido.
Por lo general, detrás de un viagradependiente, se esconde una fachada liviana o divertida pero realmente observamos en estas personas un ser que sufre, se siente vulnerable, alguien que necesita saber “que puede” y que siente que debe “demostrarlo” cueste lo que cueste, también observamos que hay un hombre con horror a envejecer; Apuesta con su salud, algunos apuestan su prestigio, otros ven dañada su vida laboral, familiar, social. Lo peor del caso es que pocos, muy pocos saben que hipotecan su futuro sexual, al sentirse limitados, áridos en el amor por lo que ven en la pastillita azul impulso y potencia; Y en efecto lo obtienen, pero hay milagros que el Viagra todavía no puede producir, ya que su funcionamiento está dirigido a concentrar la sangre en el pene, lo cual dista mucho de ser una relación a plenitud que cautive el proceso emocional el cual cierra el círculo de la sexualidad; dio en otras palabras: la energía del amor se resiste a toda falsificación, es más se burla de ellas.
Con el Viagra ocurre también que se sorprenden de sí mismos y experimentan una inusitada clase de extrañeza, así como una extraordinaria transformación psicológica, donde el usuario experimenta que una parte clave de su cuerpo parece ya no ser la propia, y vive algo así como tener sexo con pene ajeno. Como efecto paralelo de esa sensación (diversión) aparece el desencanto entre penosos chispazos emocionales, y es precisamente en ese momento cuando inicia una escalada fatal que lanza al hombre hacia el extremo opuesto a su esperanza: hacia el declive, la decadencia, la dependencia o adicción.
En el caso del sexo ocasional aparecen las máscaras del entretenimiento, por encima del supuestamente divertido “sexo viagra y Rock and Roll” por lo que se comprueba que compartir la intimidad no es asunto menor. Es más comprometido, más serio y más difícil de lo que parece.
Debido al popular carácter “activo” del que goza el hombre, es común pensar que el hombre insatisfecho irá a buscar de saciar su apetito “por fuera” cuando su mujer no presenta un deseo sexual de la misma intensidad que él. Obviamente detrás de esta afirmación existe una lógica machista aceptada socialmente en el caso de los hombres y de consigna en el caso de las mujeres; Sin embargo, pese al carácter “pasivo” que suele atribuirse a la mujer y contrariamente a lo que marca la simbología popular, está ocurriendo (aunque usted no lo crea) el proceso inverso.
Muchos hombres están siendo víctimas de acoso sexual femenino, lo cual hace que disminuya su deseo sexual, sufren presiones, temores, y se vulnera frente a mujeres sexualmente exigentes lo cual constituye un fuerte riesgo para el hombre y pone en dudad su masculinidad (macho). Y es preciso esa situación lo que lleva al hombre a blindarse y asegurar su confianza que requiere, para hacer frente a la faena sexual, por lo tanto la pastilla milagrosa, se convierte en la alternativa practica y “segura” para la obtención el “control” de su propia sexualidad. (ufff…)
Finalmente es importante reflexionar que en la vida tan ajetreada que vivimos actualmente (con excepción de la pandemia actual) hombres y mujeres enfrentan hoy una nueva forma de amenaza al ritmo que van cambiando los roles; ambos atraviesan cada día las comparaciones que se alojan en la mente del otro ya sin enmascaramientos; lo cual impactará en la calidad sexual de la relación.
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