“Eterna Punta Chueca” es el nuevo reggae de Otac Yagé con el que todo lo recaudado por reproducciones en Spotify se convertirá en alimentos y agua purificada para donar a la Nación Comcáac, con el objetivo de ayudarles a soportar la contingencia por COVID-19.
El pueblo seri, compuesto por dos comunidades -Punta Chueca, en Hermosillo y El Desemboque, en Pitiquito- enfrenta una crisis derivada del cierre preventivo de los territorios y, como ambos pueblos son pesqueros y también dependen del turismo, sus actividades están paralizadas al no poder recibir visitas de compradores y visitantes.
Esto ha provocado que muchas de las familias -formadas por los cerca de mil habitantes de ambos pueblos- se quedaran sin empleos e ingresos para su manutención mientras están en aislamiento.
Otac Yagé, un proyecto de Pavel López, productor musical y saxofonista sonorense, reunió en una sola canción a Zara Monrroy, rapera seri y poeta feminista originaria de Punta Chueca; Olinka, compositora y exponente mexicana del reggae; a Cinco Jota y Jota Tres, raperos de Ecuador; así como a seis músicos sonorenses de gran trayectoria, para ayudar desde lo que saben hacer: música.
“Eterna Punta Chueca” inicia con “Hamat cmaa tpaxi ma” un canto ancestral seri en voz de Zara Monrroy en su lengua materna: el cmiique iitom. Traducido al castellano, “El principio de la creación”, habla del nacimiento de la tierra desde la cosmogonía comcáac o seri, que narra cómo el suelo estaba mojado al emerger del mar y entonces el Creador lo secó para hacerlo habitable.
“Ese canto es de nuestra Nación y yo siempre, en mis presentaciones, charlas y cualquier escenario donde me toque hablar, siempre lo cantaré: habla de la creación, de cómo se hizo la tierra en nuestra cosmogonía… es un canto de alegría, de iniciación para armonizar, es de buena vibra también”.
Zara explicó que este canto usualmente es cantado por cuatro voces, en honor a los cuatro puntos cardinales y a los cuatro elementos: fuego, tierra, aire y agua.
Pero “Eterna Punta Chueca”, nació en 2019, cuando Olinka, Cinco Jota y Jota Tres, visitaron el territorio ancestral para asistir a un festival de música. Allá, el mar, el desierto y la Isla Tiburón los inspiraron para componer en su regreso a Hermosillo, antes de volver a Ciudad de México, donde todos viven.
En la capital sonorense conocieron “Otros Mundos”, el estudio musical que dirige Pavel.
“Desde Desemboque, pasando a Punta Chueca, por la Bahía de Kino, llegamos a Hermosillo; música de sanación, de tierra sonora, busca tu inspiración de la tierra que aflora”, es una de las estrofas.
“En la plática surgió que había que aprovechar el tiempo y armar algo; yo tenía una base, un beat, y les dije que podíamos hacer algo nuevo con él o algo que ellos ya tuvieran para cantar encima… entonces, empezamos a escribir y como ellos justo venían de Punta Chueca, estaban inspirados por la experiencia.
A los días, llegó Zara, le mostré la canción y le dije que tenía que participar porque la canción habla de su pueblo y que la idea era que cantara en su lengua; poco a poco se fue formando, fui terminando los arreglos, también estuvieron varios músicos sonorenses que no viven acá y que vinieron… como que se pusieron muchas cosas y favoreció el resultado; fue todo muy natural, simplemente, fue sucediendo”.
Sin embargo, por cuestión de trabajo, la canción se quedó guardada durante algunos meses y fue el aislamiento que trajo la contingencia por COVID-19 lo que le dio a Pavel el tiempo necesario para terminarla, cuando, incluso, todavía no estaba pensada para convertirse en un proyecto para ayudar.
“En los días que estuve terminando, vi un mensaje de Zara en Facebook donde pedía agua”, contó Pavel, “en su muro, dijo varias cosas como: ‘Nosotros pedimos agua y el gobierno nos puso una cancha; pedimos agua y nos trajo esto o nos da lo otro’.
Por muchos años, ellos han dicho que necesitan agua y, administración tras administración, siguen en las mismas; entonces justo ahí pensé que, si algo puede salir de esta canción -que quizás no sea mucho o a lo mejor sí- puede ayudar. Yo, siendo músico, desde mi trinchera, es la manera con la que puedo ayudar por ahora”.
En “Eterna Punta Chueca”, Pavel se encarga de la producción musical y del saxofón, pero Otac Yagé se integra además por varios artistas sonorenses como Luis René Camou, en el bajo; Pauli Camou, en el teclado; Jovan Guerra, en la batería; Abram Lee, en la guitarra; Humberto Monteverde, en el trombón; Alonso Hernández, en la trompeta; Iker Félix en la mezcla y máster; y Melina Valenzuela, en la edición de audio.
La dinámica con Spotify es coordinada desde CD Baby, una tienda de música en línea donde los músicos independientes pueden distribuir sus producciones en diversas plataformas de streaming para que, a la vez que ganan audiencia, generen ingresos para los creadores.
“Debe tener, por lo menos, 10 mil reproducciones para que se vea algo de dinero, pero la plataforma me va diciendo cuánto es lo que recaudó y el apoyo será continuo, estoy pensando a mediano y largo plazo”, explicó Pavel.
Otra de las colaboraciones importantes en este proyecto, dijo el músico, fue la de Darío Val, el artista plástico hermosillense que diseñó la portada de “Eterna Punta Chueca”, donde aparece la silueta de una mujer seri con el rostro de estrellas y mar, y un sapo sobre el hombro.
“Lo que queremos hacer también, en cuanto se pueda porque todos los lugares están cerrados, es mandar a imprimir posters, ponerlos a la venta y, lo que se recaude, se use para comprar agua y alimentos para poder llevar a la comunidad”.
Y concluyó: “Estamos en un momento donde debemos apoyar dando play a la música, ver fotos, leyendo escritos, apoyando a nuestros artistas que están jugando un papel importante en este encierro y qué mejor manera que sean los artistas más cercanos: tu vecino, tus amigos, tu familia que está luchando con el arte, tratando de compartirlo.
En particular, esta canción va a apoyar a una comunidad que, en estos momentos, lo está pasando un poco difícil”.
Unión entre músicos por causa justa
“Se hizo una gran conexión entre los músicos”, agregó Zara, “y ahora, por la situación que estamos viviendo por la contingencia sanitaria en el mundo y en las comunidades indígenas que tienen esa magnitud de pobreza, que no pueden mantener la alimentación en casa por que viven el día a día, Pavel me propuso que la canción fuera para la comunidad comcáac, porque está inspirada en ellos.
Ahora mismo están parados en el tema de la pesca”, continuó la rapera, “no está pescando o quizás muy poco, solo para comer, pero no para vender; nosotros comemos mucho marisco, pero eso no se como solo y no es saludable: necesitamos completar la comida del día con verduras y frutas”.
Si antes era complicado tener acceso cotidiano a ese tipo de alimentos, la situación se agravó considerablemente en las últimas semanas, aseveró Zara.
“En la comunidad hay gente que sí tiene forma de sobrevivir en caso de que no tengan trabajo, pero hay familias que no viven bien, familias grandes en una sola casa, con abuelos y abuelas que no tienen la manera; además, la mayoría tiene enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión”, narró.
Sumado a eso, los pueblos han sufrido por años el acceso intermitente al agua potable. En Punta Chueca, por ejemplo, existe una planta desalinizadora que no siempre funciona -a veces la encienden una vez por semana y el agua no llega en suficiente cantidad para abastecer todas las zonas del pueblo- por lo que las familias deben pagar garrafones de agua de hasta 30 pesos o rentar una pipa.
“La máquina no bombea para sacar agua más o menos dulce, sale súper salada; el problema es de muchos años atrás y, ahora más que nunca, están en la cuerda floja… hay incertidumbre con el agua y miedo por el tema de las enfermedades; han llevado algunos apoyos de agua de garrafón y los han repartido casa por casa por tema del COVID-19, y con eso han podido comer, tomar, bañarse, lavar. Hay poquito avance”, dijo Zara.
El trabajo de este grupo de artistas, durante los últimos días, ha sido darle difusión a “Eterna Punta Chueca” entre la comunidad que les sigue en redes sociales, así como entre contactos personales para que escuchen la canción y apoyen la iniciativa con la que buscan generar recursos que se traducirán en ayuda para el pueblo.
“Se me hace muy bonito porque la canción es para ellos y nos hace ver que nuestra comunidad y nuestra cultura no sólo nos pertenece a nosotros”, dijo Zara, “porque hay otros artistas y otros seres humanos que asisten a la comunidad, la conocen y hablan sobre ella.
Es una comunidad, para mí, muy mágica, donde suceden estas canciones que nacen de ahí y que se sienten; donde no solo hay cosas malas, sino cosas bastante buenas”.
“Hant”, un poema de Zara, cierra la canción: “Habla de que el lugar favorito será mi tierra, donde llueve y del cerro baja el agua como ríos que llegan al monte, que penetra la tierra y llega hasta nuestras narices”, explicó.
La defensa de ese mismo territorio que ama, así como de la gente que en él habita, es lo que la motiva a promover este proyecto basado únicamente en el sentido de humanidad, afirmó.
“Todas las personas están pasando por una misma situación, que es muy importante, porque no se sabe qué onda con la economía y yo lo entiendo”, concluyó, “pero también es tiempo de que seamos más humanos para poder ayudar a las comunidades indígenas.
Les invito a escuchar la canción que estamos compartiendo para que, de esa manera, se pueda convertir en una moneda que lleve apoyo en especie a las familias; todo apoyo dado con el corazón, el universo se los va a agradecer con muchas cosas más. Para eso estamos los seres humanos”.
Para apoyar, puedes escuchar “Eterna Punta Chueca”, darle me gusta, descargar y agregar a tus listas de reproducción en Spotify, YouTube, iTunes, Deezer y Google Play. También puedes seguir a las y los artistas en Facebook e Instagram.
Muy hermoso proyecto y muy sensible, con gusto lo comparto. Mucho éxito les deseo y que Dios los bendiga.