Hermosillo, Sonora.- La historia de Aria se ha convertido en un ejemplo de amor y esperanza por los animales, luego de que la pequeña gatita lograra salir adelante tras sufrir un ataque, gracias a la atención médica y al cuidado constante de rescatistas en Hermosillo.
La gatita siamés, de aproximadamente cuatro meses, llegó de manera urgente a la clínica veterinaria Monami después de ser rescatada por ciudadanos que evitaron un desenlace fatal.
El veterinario Roberto Eleno explicó que, aunque presentaba lesiones importantes en sus patitas traseras, columna y cadera, desde el primer momento se detectó sensibilidad y capacidad de movimiento, lo que permitió iniciar un tratamiento enfocado en su recuperación.
Con el paso de las semanas, la evolución de la gatita ha sido notable. A través de medicación, cuidados especializados y terapias físicas constantes, Aria ha comenzado a dar pequeños pasos y a apoyarse cada vez más en sus extremidades posteriores.

Su corta edad ha sido un factor clave para que el pronóstico sea alentador y continúe mejorando día con día.
Kimberly Ortega, cofundadora de la asociación Salvando Lomitos y Michis, destacó que, aunque el inicio fue complicado, actualmente Aria puede evacuar por sí sola, se esfuerza por usar su arenero y mantiene un carácter alegre y cariñoso.

“Se pueda apoyar en sus patitas traseras, pero la muñeca es feliz. Anda como una gatita normal, es muy amorosa, los invito para que vayan a conocerla, la verdad es que es un encanto esta gatita, ya gracias a Dios está saliendo adelante”.
Aria se encuentra en proceso de rehabilitación y recibe fisioterapia casi a diario. Aunque todavía enfrenta algunos retos en su movilidad, su avance ha sido constante y positivo, con la meta de que logre una vida lo más independiente posible.
Actualmente permanece bajo atención en la clínica veterinaria Monami, donde continúa recibiendo apoyo médico.
La asociación invita a la ciudadanía a sumarse como padrinos o a considerar su adopción responsable, ya que Aria requiere cuidados especiales y mucho cariño.


