La rápida expansión de un nuevo linaje del virus de la influenza H3N2, identificado como subclado K o J.2.4.1, ha encendido alertas internacionales debido a mutaciones que reducen la efectividad de las vacunas actuales, según reportes de vigilancia en distintos países.
Las autoridades sanitarias advierten que esta situación podría derivar en una temporada de gripe más severa, con mayor presión hospitalaria en Estados Unidos y en diversas naciones europeas, entre ellas Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España.
La vigilancia epidemiológica, encabezada por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, se ha intensificado ante la rápida circulación del virus.
En su informe más reciente, los CDC señalaron que, hasta el 15 de noviembre, la presente temporada gripal ha registrado al menos 650,000 contagios, unas 7,400 hospitalizaciones y alrededor de 300 defunciones asociadas a la enfermedad.
¿Qué es la influenza H3N2?
La variante H3N2 presenta cambios estructurales que le permiten evadir la inmunidad natural y la protección de las vacunas. El subclado K es una versión reciente del virus que ha acumulado mutaciones en la proteína hemaglutinina (H), la principal diana de los biológicos.
El Centro Nacional de Información Biotecnológica (NIH) recuerda que el H3N2 ha estado detrás de una de las grandes pandemias del último siglo. Se identificó por primera vez en cerdos de Estados Unidos en 2010 y contiene el gen M, también presente en el virus pandémico H1N1, lo que incrementa su capacidad de transmisión. Su nombre deriva de sus componentes: hemaglutinina tipo 3 y neuraminidasa tipo 2.
¿Por qué causa preocupación?
El investigador de la Universidad Johns Hopkins, Andrew Pekosz, advierte que estas alteraciones genéticas aumentan la facilidad de transmisión del virus, especialmente en espacios cerrados y con poca ventilación durante el invierno.
La circulación del H3N2 coincide con la del virus respiratorio sincitial (VRS) y el SARS-CoV-2, un escenario que incrementa la presión hospitalaria y dificulta la identificación precisa de cada infección.
El subtipo ya predomina en Japón, Reino Unido y Canadá, donde ha provocado un incremento de hospitalizaciones, especialmente en personas mayores y niños.
Síntomas reportados
- Fiebre
- Tos (frecuentemente seca)
- Dolor de garganta
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares
- Cansancio extremo
- Escalofríos
- Congestión o goteo nasal


