Autoridades sanitarias de Estados Unidos confirmaron el primer caso humano del parásito gusano barrenador de la carne en el país, detectado en una persona en Maryland que había viajado desde Guatemala, según informaron este domingo cuatro fuentes a la agencia Reuters.
El paciente, que ya recibió tratamiento, representa el primer contagio confirmado en territorio estadounidense del gusano barrenador del Nuevo Mundo, una plaga que afecta principalmente a ganado y animales de sangre caliente, y que ha ido avanzando desde Centroamérica y el sur de México hacia el norte desde finales de 2023.
Beth Thompson, veterinaria estatal de Dakota del Sur, explicó que fue notificada del caso la semana pasada y criticó la falta de transparencia de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
“Nos enteramos por otras vías y luego tuvimos que acudir a los CDC para que nos informaran de lo que estaba sucediendo. No fueron nada comunicativos”, señaló.
De acuerdo con correos electrónicos internos de la industria ganadera revisados por Reuters, los CDC informaron el 20 de agosto a productores de carne y funcionarios estatales de que el caso había sido confirmado, aunque por las leyes de privacidad del paciente no se dieron más detalles.
¿Qué es el gusano barrenador?
El gusano barrenador es una mosca parásita cuyas hembras depositan huevos en heridas abiertas de animales o humanos. Al eclosionar, las larvas se alimentan de carne viva, perforando los tejidos como un tornillo. Si no se atiende a tiempo, la infestación puede ser fatal.
En animales de granja, el impacto económico es severo: el tratamiento es costoso y la plaga puede diezmar el ganado en cuestión de semanas. Aunque las infestaciones en humanos son raras, su aparición en EE.UU. ha encendido alertas sanitarias y económicas.
Riesgos para la industria ganadera
La confirmación del caso ocurre en un momento de precios récord en el mercado de carne de res y con el hato estadounidense en su nivel más bajo en siete décadas. Analistas temen que la noticia pueda sacudir los futuros del sector.
El gobierno federal ha invertido en nuevas medidas de control, como la construcción de una planta de moscas estériles en Texas para combatir la plaga, similar a la estrategia utilizada en los años sesenta cuando fue erradicada en el país. Sin embargo, el proyecto tardará entre dos y tres años en estar operativo.
México también anunció en julio la construcción de una planta similar en el sur del país, con una inversión de 51 millones de dólares. Actualmente, la única instalación de este tipo está en Panamá, capaz de producir hasta 100 millones de moscas estériles por semana, una cifra insuficiente para frenar el avance de la plaga.
Una amenaza latente
El gusano barrenador es endémico en partes del Caribe y Sudamérica, y ha ido desplazándose hacia el norte a través de México. Apenas en julio se reportó un caso en Veracruz, a 600 kilómetros de la frontera estadounidense.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) calcula que un brote de esta plaga podría costarle solo a Texas hasta mil 800 millones de dólares en pérdidas de ganado, medicamentos y mano de obra.
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Por ahora, el caso en Maryland ha sido controlado, pero marca un precedente que podría redefinir las políticas de bioseguridad en la frontera y la industria ganadera estadounidense.