El primer recorrido abierto a colectivos de búsqueda y a medios de comunicación en el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, reveló un terreno desolado, con agujeros, zopilotes volando por los aires y con frustración en madres, padres y familiares de personas desaparecidas.
Con la esperanza de tener un acceso libre a los espacios del rancho, en donde se encontraron cientos de zapatos, prendas e incluso restos óseos, aludiendo a hornos clandestinos y un campo de exterminio, buscadores arribaron al sitio para encontrarse con lo que algunos calificaron de “burla” y un “museo del dolor”.
Integrantes de los colectivos y periodistas arribaron al sitio en un convoy de tres autobuses la tarde de este jueves 20 de marzo. La Fiscalía de Jalisco permitió el acceso de una camioneta con personas buscadoras, mientras que medios y otros colectivos permanecieron por fuera del lugar.
Sin embargo, durante el traslado al rancho, colectivos de búsqueda de distintos estados —como Nayarit, Jalisco y Zacatecas— rompieron el cerco de seguridad instalado por la Fiscalía estatal, exigiendo que les dieran pronto acceso al predio.
Cabe recordar que el recorrido fue convocado por la Fiscalía General de la República (FGR), a fin de que periodistas y buscadores pudieran ingresar al sitio donde el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco localizó cientos de prendas de vestir de personas que podrían estar desaparecidas.
Es importante señalar que el Rancho Izaguirre fue intervenido por la Guardia Nacional en septiembre de 2024. En esa ocasión se detuvieron a 10 personas, se rescataron a otras dos y se localizó el cuerpo de un civil, dejando el predio bajo resguardo de la Fiscalía jalisciense.
No obstante, cuando el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ingresó al predio el pasado 5 de marzo indicaron que los candados y sellos de aseguramiento estaban rotos.
Debido a los más de mil indicios encontrados (como pares de calzados, pantalones y demás prendas de vestir), se presume que el rancho era usado como un centro de adiestramiento por parte del crimen organizado.
De manera extraoficial se ha indicado que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) podría haber manejado el predio.
La FGR ha sostenido que hubo una serie de omisiones por parte de las autoridades jaliscienses en el procesamiento e investigación del rancho, tales como:
- No realizar el rastreo de indicios o huellas de los hechos.
- No cumplir con el debido registro e identificación de todo lo hallado, sobre todo en lo que hace a las prendas de vestir y calzado que quedaron abandonados en el sitio.
- No dar intervención inmediata a la FGR por los delitos de posesión y utilización de armas de fuego de alto calibre, así como también el de delincuencia organizada.
- No contar con un dictamen definitivo en el que se establezca con precisión la antigüedad y la identidad de los restos encontrados.
Con información de Infobae