Sin duda como se dice por ahí en nuestro país hay “tiro cantado”. Al juzgar por las estadísticas y encuestas en México gobernará una mujer a partir del 1ro de octubre de este 2024; aunque de acuerdo a los movimientos de los indicadores, sorpresivamente el candidato barón encontró el formato para realmente dibujarse en un escenario tan complicado.
Resulta irónico recordar que para el tiempo en que nacieron los llamados “milenians” en México comenzaba la temporada de una puesta en escena que atrajo la atención del país completo llamada “La Señora Presidenta”, producción que hacía una sátira de este tiempo que hoy llega y que nadie entonces, creía posible.
Aquel exitoso guion se desarrolló en torno a Catalina Linares, dama que se convierte en la primera presidenta de un país ficticio de Sudamérica. La obra naturalmente que explora temas de poder, corrupción, género y política, y presenta una crítica a la corrupción en los gobiernos latinoamericanos, recuerdo que nos hace pensar cómo se va a cristalizar esta nueva realidad democrática.
Pero demos un vistazo al pasado. La primera senadora titular en México fue Griselda Álvarez Ponce de León, quien fue elegida para el cargo en 1979. Además de ser la primera senadora titular, también fue la primera mujer gobernadora de un estado en México, al asumir el cargo de gobernadora de Colima de 1975 a 1979.
Desde ese año hasta hoy, 15 mujeres han llegado a ocupar el cargo de gobernadora de su estado a 70 años del voto de la mujer en México.
Bueno y para quienes no vieron a “La señora Presidenta”, les cuento que el personaje de la “mandataria” aparece como una mujer inteligente, decidida y con visión de futuro, que lucha por implementar reformas y cambios en beneficio del pueblo. Sin embargo, también se muestra cómo enfrenta obstáculos y resistencias, tanto por su condición de mujer como por la corrupción y las maquinaciones de los poderes establecidos y que describe la obra.
Por cierto, de llegar a la presidencia y en base a un análisis de personalidad más 3 debates, pudiéramos apostar que Xóchitl Gálvez, la veríamos buscar soluciones novedosas y creativas para los desafíos que enfrenta el país, fomentando la innovación en diferentes ámbitos de la sociedad; mientras que a Claudia Sheinbaum seguro que su carácter racional, podría llevarla a tomar decisiones basadas en un diagnóstico objetivo de las opciones disponibles, considerando las evidencias y los argumentos lógicos en lugar de emociones o presiones políticas.
A Xóchitl, su temperamento artístico la hará hacer uso de su habilidad para comunicarse de manera efectiva y conectar con las personas, mostrando empatía y comprensión hacia las preocupaciones y necesidades de la población.
Claudia, inclinará su enfoque hacia la implementación de políticas públicas efectivas y en la promoción de la sostenibilidad en el desarrollo económico y social, considerando las necesidades y expectativas de diferentes grupos de edad al tomar decisiones y diseñar políticas.
Habrá que tomar en cuenta que una mujer presidenta en México podría ser vista como un reflejo de la evolución de la sociedad y la política en el país, así como un ejemplo para otras naciones en la región y en todo el mundo. Este hecho podría inspirar a más mujeres a participar en la política y a luchar por la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la vida.
Lo QUE SIGUE es saber si el desempeño de una mujer presidenta en México, va a contribuir a la promoción de políticas públicas más inclusivas y sensibles al género, lo que podría tener un impacto positivo en la calidad de vida de las mujeres y las niñas en el país. Es, el gran reto.