Hermosillo, Sonora.- Sin pensarlo, Yakeline Aispuro Urquijo, estudiante de sexto semestre de enfermería, auxilió a un grupo de personas heridas tras un choque de dos vehículos en los límites entre Sinaloa y Sonora.
En una entrevista exclusiva para Proyecto Puente, la alumna de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), compartió que esperaba el autobús de transporte para viajar, cuando escuchó un fuerte ruido que la hizo moverse hasta el lugar del accidente, sin imaginar lo que le depararía el destino.
“El tráiler se volcó hacia un lado y el camión hacia otro, entonces dejé mis cosas y fui corriendo.
Al llegar al camión, me paré y me dije: ‘¿Qué voy hacer?, puede que me encuentre con muchas cosas a las que a lo mejor no estoy preparada para ver’, y le pedí fortaleza a Dios para hacer lo correcto”, expresó.
La joven, de 20 años, es del ejido Teniente Juan de la Barrera, en Huatabampo, señaló que eran bastantes las personas heridas por lo que sintió nervios en un principio, pero llamó a su amiga enfermera, Marilyn Soto, para apoyarse.
“Después llegó otra médica de ahí mismo de la Estación Don, Elena, y otra enfermera más, Martha.
Entre ellas y yo tomamos signos vitales, pero para esto yo ya los había priorizado y puesto señales de prioridad, con rojo, amarillo y verde.
Luego arribó el auxilio y me preguntaron a quienes llevarse, para lo cual ya están identificados”.
Expresó que tuvo suerte de que, a pesar de ser estudiante, le tuvieron confianza de apoyar y trabajar con ella, tanto en la atención y registro de las personas lesionadas.
“Gracias a Dios, a pesar de ser una estudiante, la gente tuvo muy buena aceptación de mi respuesta, de las personas que estaban observando, hubo muchas que ayudaron, incluso la comunidad llevó agua, estaban atentos a lo que necesitará”, platicó.
La joven expresó que les dijo a pasajeros y familiares de involucrados en el accidente, que Dios está con las personas y sus colegas quienes viven momentos difíciles.
Agregó que quizás la carrera no resulte como pensaban, pero tiene su recompensa en la sensación de paz en ayudar a alguien a recuperarse.
“Quiero agradecer a las personas que me ayudaron a Marilyn Soto, a la doctora Elena, a la enfermera Martha, a toda la comunidad de Estación Don, porque sin su corazón tan noble de llevar lo que se necesita en ese momento, sobre todo, los paramédicos, sin olvidar a Dios, quien es el que nos mueve para hacer estas obras de amor”.