Hermosillo, Sonora.- Durante diciembre se realizan las posadas y celebramos las fiestas de Navidad y Año Nuevo, por lo que las personas buscan los elementos para convivir con sus seres queridos.
Las piñatas son un elemento indispensable en estos festejos, y esto lo aprovechan los comerciantes, quienes observan un incremento en sus ventas.
Algunas personas ven aquí una oportunidad de negocio, ya sea al crearlas artesanalmente o al simplemente distribuirlas, como el caso de Luz Marina Morán, quien desde hace tres años aprovecha la ubicación de su hogar al encontrarse en un concurrido bulevar al sur de Hermosillo.
Cada diciembre, ayuda a su hijo a vender piñatas en la colonia Nuevo Hermosillo; comenta que las de estrella de siete picos están entre las favoritas de la gente.
“Tres años, yo le ayudo a mi hijo, él me las trae para yo venderlas aquí porque por el bulevar pasa mucha gente. Si vienen, siempre he vendido algunas, vendo muchas, no cientos, pero si se venden”, manifestó.
Luz Marina dice que cercanas las fechas de fiestas decembrinas la gente se acerca a preguntar por ellas, y, en un mes vende aproximadamente 80 piñatas, lo cual ayuda su economía y la de su familia.
La venta la realiza frente a su casa en el bulevar Musaro 54 D, esquina con Horizonte. Detalló que vende en 200 la de cinco picos y 350 las de siete.
El origen de las piñatas
Aunque varían las historias sobre su origen, una de las teorías señala que provienen del exconvento de San Agustín en Acolman, Estado de México, hace más de 400 años y desde entonces su aspecto ha ido cambiando con el paso del tiempo.
La forma de estas puede tener diferentes significados; si la piñata tiene siete picos, cada uno representa un pecado capital. Las frutas o dulces que salen del interior al romperla simbolizan las bendiciones que reciben todos aquellos que participaron.