Andrés Manuel López Obrador mandó un mensaje a su gabinete con el caso Zoé Robledo al que bajó de la contienda por la candidatura al gobierno de Chiapas.
Tenía un pie metido en el Instituto Mexicano del Seguro Social y otro en el proceso interno, junto con familiares y operadores políticos para levantar su popularidad. Su activismo por la carrera era más que evidente.
Todavía hace unas semanas, Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, y él se enfrentaron en corto por la publicación de un reportaje por la supuesta compra de un departamento en la zona exclusiva de Polanco.
De hecho, en el escándalo abrieron comunicación por WhatsApp y el senador le dijo que sabía bien de dónde venían los ataques: de una persona muy cercana a Robledo, por lo que le advirtió que más vale que la pelea se diera por la derecha o se atuviera a las consecuencias.
Entre otras cosas, AMLO lo bajó del ring por el descuido en el IMSS y sus contratos con las empresas que debieron prestar servicio a los elevadores de los hospitales.
Así como por no terminar en tiempo y forma con la puesta en marcha del programa IMSS-Bienestar.
El catálogo de pendientes no termina ahí: tiene atorado el trámite de tres mil médicos y trabajadores adscritos a la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) para su basificación por fallas en un sistema que ha sido engorroso y poco eficiente.
Uno de los más fuertes problemas para la 4T es la cobertura de atención a la salud y medicinas gratuitas, proyecto que no cuajó en el Instituto de Salud para el Bienestar, por lo que todas sus responsabilidades pasaron al IMSS-Bienestar y falta mucho por hacer.
Por eso con este manotazo por parte del Presidente de la República, se envía un mensaje a todas y todos los integrantes de su gabinete, pues la promesa de culminar con sus responsabilidades antes de poder pensar en la contienda por algún cargo público en el 2024, era un compromiso que tenían que cumplir.
Fuerte mensaje es también para la zacatecana Rocío Nahle García, quien busca ser gobernadora de Veracruz y que pudiera peligrar en sus aspiraciones si no termina su encargo en la refinería Dos Bocas.
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UPPERCUT: Son 80 mil millones de pesos de impuestos que no se han pagado al Servicio de Administración Tributaria (SAT) porque desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación se protege a grandes contribuyentes, es la información que Arturo Medina Padilla, Procurador Fiscal de la Federación, dio a Andrés Manuel López Obrador, quien en la mañanera de ayer expuso al ministro Luis María Aguilar, a quien señaló de favorecer a una empresa nacional para evadir 25 mil millones de pesos. Huele muy mal en Pino Suárez. A ver si no pasa lo que a Medina Mora, de que de declararse víctima por señalamientos de poseer una fortuna inexplicable, acabó en el retiro al documentarse todo.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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