Tras una audiencia de casi 15 horas, los seis trabajadores del bar Black Royce implicados en la muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz fueron vinculados a proceso por homicidio.
Esto pese a que la defensa de los imputados presentó pruebas periciales para demostrar que el empresario de 41 años no habría muerto por la ingesta de sustancias, sino por ahogarse con su propio vómito.
Durante la madrugada de este miércoles, la jueza de control consideró que había indicios suficientes para continuar el proceso penal en contra de Aritzi ‘N’, Ana Karen ‘N’, Cecilia ‘N’, Ana Karen ‘N’ y Eduardo ‘N’, que fungía como capitán de meseros, y Carlos ‘N’, que realizaba labores de seguridad.
Además, la jueza fijó un plazo de 2 meses para la investigación complementaria.
En la audiencia participaron casi 20 testigos, incluidas las y los empleados del Black Royce, así como el taxista que trasladó a Iñigo Arenas Saiz de Polanco a Naucalpan, peritos y policías de investigación, según información de Infobae.
Información de La Razón