Hermosillo, Sonora.- Encontrar el equilibrio entre la vida de madre y servidora pública, fue una tarea complicada para Alma Lorena Castro Peralta, policía de Hermosillo.
Tras más de una década, la oficial de 37 años reafirma su vocación como Policía Municipal, y su empeño por darles un buen ejemplo a sus hijos.
Actualmente, Alma Lorena Castro Peralta está comisionada a la zona Cortijo y compartió para Proyecto Puente que su motivación por ser servidora pública nació cuando era niña, pero fue a sus 24 años cuando emprendió su sueño.
“Veía el uniforme y me llamaba mucho la atención, pero mi mamá siempre se preocupaba, ya que desde el principio no le parecía.
Al paso del tiempo tuve que dejar a un lado mi aspiración porque me casé y tuve a mi bebé, Daniela, que ahorita ya tiene 15 años, por eso hice una pausa en mi vida”, relató.
La encargada de de Tránsito Zona 4 El Cortijo se preparó en el Instituto Superior de Seguridad Pública del Estado (Isspe) durante un año y el 1 de octubre del 2010 se enlistó a la Policía Municipal de Hermosillo.
“Voy a cumplir 13 años y me siento muy orgullosa, segura de mí día a día. Como mamá de dos hijos, diariamente les inculcó el respeto y la responsabilidad siempre tratando de poner el ejemplo a través de mi empleo, el cual disfruto demasiado realizarlo”, expresó la oficial.
Todos los días, Alma se levanta de su cama con la frente en alto para sacar adelante a sus hijos y al equipo de trabajo, con el objetivo en mente de aportar lo mejor a la ciudadanía.
“Como soy encargada de zona de seguridad pública, tengo doble función, de madre y de jefa de policías, lo cual es una labor muy grata, porque me gusta darle seguridad a la ciudadanía”, destacó.
La oficial reconoció que es difícil la rutina diaria, pues siempre va con prisas, porque como responsable de zona, tienen la encomienda de estar pendiente del personal y sin descuidar a sus hijos.
“Siempre tengo que estar al pendiente las 24 horas de los 7 días de la semana del personal, y en el teléfono, pues en estos tiempos todo está en los chats y redes sociales”, mencionó.
El apoyo de sus hijos, expresó Alma, le impulsa a diario para seguir con el oficio, pues aunque ellos se preocupan por los sucesos que enfrenta su madre, saben que le apasiona.
“Mi hija mayor es con la que me apoyó demasiado porque sí me ayuda bastante en la cuestión de su hermano, con las tareas, comida.
Yo me levanto a las 5:00 de la mañana y ya de ahí, pues ya no tengo descanso, porque ya empieza la escuela de los niños, los llevo a los dos en la mañana, de ahí me reincorporo a la comandancia y aquí permanezco hasta las 15:00 horas”, indicó.
Alma Lorena comentó que cuando vuelve a su casa al mediodía es para hacer la comida, asegurarse de que su hijos hagan la tarea, los lleva a entrenar deportes y sólo si le sobra tiempo se lo dedica a su persona.
“La mayor parte del tiempo estoy en la comandancia, cuando estoy en mi casa es poco el tiempo que estoy con mis hijos, pero trato de que sea de calidad el tiempo que les brinde.
Apoyar a mi hijo que va en segundo de primaria a que haga sus tareas, a mi hija que no le falte nada en la casa, entonces siento que no los descuido del todo, porque siempre estoy pendiente”, enfatizó.