Dice un dicho “nadie da lo que no tiene”
Hoy queremos ver a un ser humano liberado, sin culpas, miedos y frustraciones; un ser humano, que se coloque por encima de ese reflejo negativo y se muestre como un Ser Integral y Total.
Y nos encontramos con personas enjuiciándose así mismas, comparándose con otros, queriendo “ser” o “tener” lo que los otros tienen; demeritando su potencial y capacidad, al subestimarse y colocarse en la inferioridad, por esta falta de amor hacia si mismo.
Por lo que la autocompasión entre las distintas maneras de definirla, la mas clara y directa: es el amor más profundo que podemos darnos a nosotros mismos.
Si no podemos tener compasión con nosotros mismos, pues no podremos tener compasión por nadie. Esa crueldad que expresamos hacia los demás, tiene un origen, y hay un tratamiento cruel de ti para ti.
Porque cuando se vive en autocompasión, la persona muestra y siente compasión hacia si misma.
En occidente nos han enseñado y además hemos aprendido a hacer y hacernos juicios de valor por todo y nos convertimos así en nuestro peor juez.
Hacemos juicios de valor por lo que tenemos, por lo que no tenemos; por nuestro cuerpo, del cuerpo del otro; de nuestra persona; incluso nuestras conductas en algunas ocasiones las basamos en función de lo que tenemos y de lo que poseemos.
Si tenemos mas dinero, queremos colocarnos y enjuiciarnos como mejores, de los que no tienen esas cosas materiales que nosotros poseemos.
Si tenemos mas estudios por ejemplo, queremos ponernos por encima de los que pareciera que no los tienen.
Y así, nos pasamos la vida enjuiciándonos por las comparaciones que nos hacemos con los demás.
Pero, los juicios reflejan la ausencia de compasión por nosotros mismo; al estar siempre comparándonos con alguien; entonces, ¿como podemos tener compasión?.
Por lo que: “no es lo mismo compararse con alguien, que inspirarse en ese alguien”