Columna Contra las Cuerdas
Volvió a quedar demostrado que el fiscal de Morelos no sirve para procurar justicia. Defiende otros intereses, pero no los de la sociedad.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México derrumbó la versión oficial de Uriel Carmona, quien se apresuró a concluir que la joven Ariadna no había sido asesinada, ni mucho menos que se trataba de un feminicidio. Revictimizó a Ariadna, confundió a la opinión pública al asegurar, con supuestas pruebas científicas, que la joven murió por broncoaspiración por el grado de alcohol en su cuerpo y ofendió a la familia de la víctima al mentirles usando el aparato de justicia.
¿Cuántas Ariadnas han pasado por el escritorio de Carmona? Morelos está entre los primeros ocho lugares con mayor número de feminicidios, pero pudiera estar en primero, pues ya vimos cómo se las gasta el fiscal para descartar los casos en pocas horas y clasificarlos como simples homicidios.
Normalizado su modus operandi en la Fiscalía de Morelos, el funcionario seguro pensó que nadie, como siempre, iba a rebatir su versión, pero se topó, en esta ocasión, con su homóloga capitalina Ernestina Godoy, quien tan sólo en horas movió a sus especialistas y no le fue difícil comprobar que a Ariadna la mataron, entre domingo y lunes, en un departamento de la Roma Sur. Documentó el asesinato y lo calificó, sin dudarlo, como un feminicidio.
Uriel Carmona ya no sólo es un peligro para los morelenses. Su terrible desempeño cruzó las fronteras de la entidad y queda exhibido en este momento como el peor fiscal del país convirtiéndose en enemigo público. Quien le hacía competencia era el Fiscal de Nuevo León, el que tuvo que irse después del feminicidio de Debanhi, a cuyo caso había dado carpetazo como muerte accidental, porque supuestamente se resbaló en una cisterna.
En Veracruz, Morena depuso al fiscal Jorge Winckler por desaparición forzada y reprobar los controles de confianza. ¿Qué confianza se le puede tener a Carmona? Habría que cargarle además los delitos de omisión y obstrucción de la justicia.
El fiscal de Morelos, hombre del exgobernador Graco Ramírez, es un estuche de monerias. Se frenó en la Cámara baja su desafuero por obstruir más de 60 investigaciones contra el exmandatario perredista que lo puso en el cargo; además, enfrenta acusaciones de tráfico de armas, operaciones con recursos de procedencia ilícita y nexos con el crimen organizado.
Carmona enmudeció tras las investigaciones de Godoy. Está escondido. Los congresos local y federal del Legislativo, deben, de manera urgente, resolver el grave problema que le representa mantener al fiscal de Morelos. A Ariadna la mataron en CDMX y fueron a tirar cerca de La Pera. Será determinante lo que diga este lunes el presidente López Obrador
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UPPERCUT: Grandes corporativos empiezan, este lunes, el cabildeo en el Senado para frenar el proyecto de diputados para que las entidades del país tengan la facultad de regular cobros de estacionamientos.