Esperanza, Sonora.- La casa de asistencia de la Fundación Lulú fue el espacio donde muchos abuelos y abuelas encontraron un lugar para descansar, capacitarse, hacer amigos y divertirse. En sus salones aprendieron de arte, activación física, salud mental y emocional, disfrutaron de comidas y festejos. Cuando la pandemia de covid-19 llegó a Esperanza, Sonora, donde se ubica, la organización se vio forzada a cerrar sus puertas y los adultos mayores a volver a sus casas. Sin embargo, eso no los detuvo.
Hace más de un año que la fundación visita a diario y puerta por puerta a 114 ancianos en situación vulnerable para llevarles desayunos y comidas completas, así como festejarles en fechas como el Día de las Madres y de los Padres, Navidad y, especialmente, el Día del Abuelo, con caravanas de carros que les llevan un regalo de parte de decenas de donadores.
Precisamente, para esta fecha que se celebrará el sábado 28 de agosto, organizaron “Adopta a un abuelito 2021”, una colecta que logró acumular montones de cajas y bolsas decoradas, con detalles que los mismo abuelos pidieron a través de fotografías donde sostienen un cartel con sus deseos, algunos, muy sencillos: unas galletas, una crema de cacahuate, unos zapatos nuevos, un sombrero o un pastel de vainilla.
“Decidimos hacer esta actividad por motivación a ellos”, dijo Leslie Mendoza, directora operativa de Fundación Lulú.
“Sin embargo, los comentarios de ellos cuando vamos a tener estos festejos, de la mayoría, son: ‘no quiero nada, es que nos dan bastante, ya con lo que nos dan es suficiente’… y agradecidos siempre con el señor fundador y con nosotros que los vemos diariamente, pero sí percibimos que sus peticiones, a como nosotros conocemos su situación, sí piden en realidad lo que ellos necesitan o el deseo de a lo mejor comer algo o vestir algo”.
En 2020, aún con pandemia, esta actividad tuvo un éxito rotundo, pues la gente no permitió que los abuelitos fueran olvidados en su día y les hicieron llegar sus regalos, dijo Jessica Martínez, representante legal de la fundación, quien agregó que habían detectado casos muy tristes de abandono y depresión durante aquellos primeros meses de confinamiento.
“Con eso elevaron su autoestima enormemente, muchísimo”, explicó, “porque a pesar de que nos dijeron qué les gustaría [recibir], hasta cierto punto no creyeron que les íbamos a llegar con eso enviado por terceros, gente que ni los conocía; no sabíamos, ni ellos ni nosotros, el impacto que podíamos lograr, sin embargo, fue buenísimo el resultado, al grado de que hubo abuelitos que tuvieron de tres a cuatro regalos”.
Fundación Lulú se constituyó en 2018 como la materialización del sueño de don Marco Antonio Cooley Lugo y su esposa, la señora Lourdes Gutiérrez de Cooley, conocida cariñosamente por sus familiares y amigos como Lulú y quien, después de fallecer, fue la inspiración para nombrar a la asociación en su honor y memoria.
Sin embargo, las puertas de la casa de asistencia, completamente nueva y acondicionada para la comodidad de los abuelos, abrió hasta noviembre de 2019. Su objetivo: dignificar a los adultos mayores de la comisaría de Esperanza, Sonora y sus localidades aledañas, para mejorar sus condiciones de vida con activación física y recreativa, asistencia social, terapia ocupacional, salud mental y emocional.
Desafortunadamente, durante este último año, 18 de los 40 abuelitos que iniciaron cuando la fundación abrió, fallecieron por covid-19 o por efectos de la depresión que agravó sus enfermedades preexistentes.
Pero, con el paso de los meses y por las mismas condiciones que propició la pandemia, lograron llegar a 114 ancianos de más de 12 colonias que la fundación recorre para entregarles alimentos o despensas donadas por empresas y escuelas.
Sin recursos para atender a este sector de la población: Abuelos Trabajando
Virgilio Arteaga, presidente de Abuelos Trabajando, recordó que en 2007 esta asociación logró impulsar la Ley de los Adultos Mayores del Estado de Sonora y, en 2011, la creación de la Procuraduría de la Defensa del Adulto Mayor, sin embargo, afirmó que no ha habido recursos suficientes para atender la discriminación, abandono y maltrato que vive este sector poblacional.
De igual forma, el ofrecimiento de terapias ocupacionales es fundamental, apuntó, sobre todo, en estos tiempos donde miles de adultos mayores se quedaron sin empleos durante el confinamiento obligatorio por la pandemia.
“Así como tenemos un Instituto Sonorense de la Mujer (ISM), queremos que el próximo gobierno estatal ponga el Instituto Sonorense del Adulto Mayor y que esté integrado por puros adultos mayores -no es que los jóvenes no sepan, pero una cosa es decir ‘cuando llegue a viejo’, que estar viejo- pues nosotros sabemos lo que están sintiendo los compañeros de nuestra generación, para apoyarlos y respetarlos como en otros países”.
Sonora tiene 358 mil 404 adultos mayores de 60 años, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, de Inegi.
Luchan contra tristeza de abuelos
Ignorar la fecha exacta para la reapertura de la Fundación Lulú ha sido difícil para su equipo y tiene tristes a muchos abuelos, agregaron Leslie y Jessica, sin embargo, se mantienen optimistas y trabajando para que las y los abuelos no se sientan solos el tiempo que dure la pandemia de covid-19.
Por eso la actividad de este Día del Abuelo es perfecta para recordarles que son queridos.
“Son situaciones que te van enganchando”, concluyó Jessica, “que te van enamorando de lo que es el proyecto, de la convocatoria, de lo que es la dinámica, para nosotros es una alegría completa y una satisfacción estar aquí, en este momento”.
Para conocer más sobre Fundación Lulú y apoyar sus actividades, puedes visitar su página de Facebook o enviar un mensaje vía WhatsApp al (644) 204 3973.