Hermosillo, Sonora.- Son casi las dos de la tarde en el Aeropuerto de Hermosillo cuando el radar le indica al biólogo Marco Polo Martínez Mayorquín, que “hay condiciones” para despegar la avioneta y cumplirse el objetivo: hacer llover en la ciudad.
El destino del viaje, realizado el martes 17 de agosto, fue rumbo al norte de Sonora, las nubes que cubrían el cielo de Carbó, Santa Ana, Magdalena, Cucurpe y otras áreas de la región estaban listas para ser “estimuladas”.
Se trata de la misión número 14 que implementa la Comisión Nacional de Zonas Áridas en un polígono de 2 millones de hectáreas como método para contrarrestar la sequía, catalogada como la peor en los últimos treinta años.
Desde una hora antes, el ingeniero agrónomo Luis García Saavedra cargó en un tanque 100 litros de yoduro de plata, fórmula que deberá inyectar en las nubes para generar precipitaciones.
Comienza la búsqueda de nubes
El reloj marca las 13:50 horas cuando comienza el despegue. Marco Polo Martínez, coordinador del proyecto, sostiene en una mano un GPS y en la otra un radar que muestra imágenes satelitales de las zonas a sobrevolar.
“Esta técnica no se aplica en ninguna otra parte del mundo, justo este procedimiento que llevamos a cabo, porque el Yoduro de Plata sí se utiliza en Estados Unidos pero no con temperaturas tan altas”, comentó el biólogo.
Para las 13:55 la avioneta ya está volando. En esos primeros minutos el biólogo comenta que en promedio el viaje durará dos horas y tras la inyección de Yoduro de Plata las lluvias podrían iniciar inmediatamente. “En muchos casos es inmediato, cuando las nubes están en etapa idónea de maduración, a veces 15 minutos o media hora”, destacó.
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En la parte de atrás de la aeronave viaja el ingeniero Luis García Saavedra abriendo o cerrando la válvula del tanque de acero inoxidable que contiene la fórmula capaz de hacer llover.
“En el tanque se coloca todo el reactivo y sale hacia la parte de atrás, se pulveriza y va hacia las nubes. Son varias técnicas, cuando hay vientos ascendentes se tira a las nubes y en el otro tanque metemos presión”, explicó el especialista.
Precipitaciones en vivo y en el radar
A las 14:29 horas el mapa indica que la avioneta se acercaba a Magdalena de Kino y las gotas de lluvia impregnan las ventanillas. Con su teléfono celular el biólogo toma un video como evidencia.
“El radar muestra zonas donde hay nubosidad y zonas donde la nubosidad está madurando, buscamos nubes que se encuentren en maduración. Lo que vemos en este vuelo en zona norte son nubes en desarrollo, queremos ayudar a que maduren y no se disipen, que precipiten”, explicó el biólogo.
Para las 14:50 sigue lloviendo y aunque la avioneta presenta algo de turbulencia debido a las nubes y las precipitaciones el equipo está contento, pues se recorrieron los principales municipios del norte de Sonora logrando el objetivo.
“Se observó precipitación, se observó maduración después de la estimulación, con eso consideramos que es un vuelo exitoso. Todos los datos generados se mandan y se analizan para determinar cuantitativamente cuál exitoso fue”, agregó Marco Polo Martínez.
Llama la atención que este procedimiento para fomentar las lluvias no daña el medio ambiente. De acuerdo con el ingeniero agrónomo, Luis García Saavedra, al descargarse 100 litros por cada 2 millones de hectáreas, las partes por millón no tienen efecto en el ser humano.
“Tampoco a los animales, es un proyecto ecológico que ayuda a las plantas, a los vegetales. A partir de que la sequía se declaró como un emergencia nacional en la parte norte del país de esta forma la mitigamos en las zonas más desproveídas del agua”, comentó García Saavedra.
A las 15:03 comienza el viaje de regreso al Aeropuerto de Hermosillo. Como la avioneta vuela más abajo es posible ver como el monte, los cerros y los caminos de terracería quedaron empapados.
Aterrizaje y reflexión de los responsables
Para las 15:28 que los tripulantes descienden de la avioneta hay evidencia de que también estuvo lloviendo en la ciudad pues el suelo del hangar está completamente mojado.
Ya en tierra los especialistas confirmaron que lograron verter todo el reactivo –los 100 litros de Yoduro de Plata- y hablaron de lo gratificante que es para ellos participar en un proyecto de este tipo, ya que es el primero en implementarse en México.
“Yo soy especialista en suelos y trabajo en riego y drenaje. Había escuchado de estimulación de lluvias en los medios de comunicación pero hasta hoy tuve la oportunidad de trabajar en un proyecto así, sólo en sueños me hubiera imaginado esta en Sonora”, comentó Luis García Saavedra, de 59 años de edad y es investigador de la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo.
Marco Polo Martínez de 29 años de edad y estudió Biología en la Universidad de Sonora y después hizo una maestría en Ecosistemas en la Universidad Autónoma de Baja California.
“Detrás de nosotros hay todo un equipo, hay climatólogos que nos ayudan a tomar decisiones, otro equipo toma los datos en Ensenada, otros encargados de los pluviómetros y todo se manda a la Comisión Nacional de Zonas Áridas, pues ellos fueron quienes mediaron y consiguieron recurso para este proyecto”, puntualizó el joven.
Se estima que sea hasta septiembre cuando finalicen en Sonora los viajes de bombardeo de nubes para fomentar las lluvias, proyecto que también se está implementando en Sinaloa, Chihuahua y Coahuila bajo la dirección del ingeniero Alejandro Trueba Carranza.