Hermosillo, Sonora. 4 de marzo de 2021.- Desde hace tres años, Génesis Valenzuela Quintero trabaja en una investigación para desarrollar un pesticida a base de extracto de orégano, que ayude a disminuir la contaminación por agroquímicos.
La estudiante del sexto semestre del Doctorado en el Posgrado de Biociencias de la Universidad de Sonora vio en esta posibilidad la oportunidad de contar con campos de cultivo más sanos, libres de hongos y mosquita blanca, pero utilizando un método que no dañara las hortalizas.
Cuando estudiaba la maestría, y mientras trabajaba con aceites esenciales y extractos acuosos del orégano, observó tantos beneficios en ellos que decidió seguir investigando las propiedades, pues se ha probado que son antivirales, bactericidas, antifúngicos y repelentes.
“Actualmente, en el Doctorado, estoy trabajando con el orégano, aceites esenciales y extracto acuoso, como lo sería un antifúngico y un antiviral.
En el caso del antifúngico, es con dos hongos de importancia agrícola en la región: Rhizoctonia solani y Fusarium oxysporum. Mientras que para analizar lo que sería el antiviral y la repelencia, estamos trabajando con la mosquita blanca, una importante plaga en la región”.
Agregó, “en cuestión de repelencia, vemos cómo es que este aleja a la mosquita blanca para que ya no se alimente de la planta a la que está infestando, y en el caso del antiviral, queremos ver si tiene algún efecto para retrasar los síntomas en las plantas”.
La mosquita blanca es un pequeño insecto que se ha convertido también en una plaga, al alimentarse de las hojas de las plantas y transmitir enfermedades, por lo que representa un serio peligro para la agricultura en Sonora.
Valenzuela Quintero puntualizó que existen en la entidad varios esfuerzos, desde diversos sectores, por comenzar a utilizar productos a base de recursos naturales y emplearlos en los campos de cultivo.
“Vivimos en una región agrícola donde hay problemas en el mal manejo de los agroquímicos, entonces en la actualidad se están buscando implementar cada vez más estas opciones naturales.
De hecho, en algunos campos de la región podemos encontrar que ya usan extractos de neem, de ajo o de cebolla para tratar diferentes plagas en los cultivos”.
Al ser el orégano una planta que se puede cultivar en la región, “pensamos que podía ser una nueva alternativa, porque sabemos que tiene los compuestos que dan esas propiedades”. comentó.
El uso excesivo o mal empleado de agroquímicos ha dado paso a que se registren muertes por intoxicación, un problema expuesto y analizado ya desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Los plaguicidas también son potencialmente tóxicos para los seres humanos. Pueden tener efectos perjudiciales para la salud, por ejemplo, provocar cáncer o acarrear consecuencias para los sistemas reproductivo, inmunitario o nervioso”, se lee en el sitio web del organismo.
Actualmente, Génesis Valenzuela Quintero trabaja con la calabaza, al ser un cultivo de proceso corto que permite mostrar resultados más rápidos en el desarrollo de la investigación.
Los resultados de la experimentación en pruebas de repelente, realizadas al interior de un laboratorio, han mostrado un 100 por ciento de inhibición, por lo que el siguiente paso es realizar ahora estos procedimientos en el campo.
La estudiante espera poder continuar la investigación y hacer que el resultado se convierta en un producto utilizable, más allá de una investigación, para que realmente se puedan llegar a implementar estos nuevos procesos en los campos agrícolas de Sonora.