Angélica fue la primera en formarse. Se anticipó 15 minutos a la apertura: 9:00 de la mañana. No lo tenía contemplado en su rutina del día, pero se lo topó y tomó la decisión de acercarse.
Ella estuvo en contacto con un familiar que resultó positivo a COVID-19 y decidió someterse a una prueba rápida de antígeno, que arroja el resultado en una hora (con todo y la espera), en el nuevo macro kiosco, ubicado en las inmediaciones de la estación del Metro Mixcoac.
Con la intención de cortar la cadena de contagios, el gobierno de la Ciudad de México instaló ayer 24 de los 26 Macro Kioscos, en explanadas y estaciones del Metro, donde hay registro de mayor afluencia de personas.
Las autoridades capitalinas adquirieron un primer lote de 250 mil pruebas rápidas de antígeno con una inversión de 40 millones de pesos.
Se contempla que, con este mecanismo, se hagan hasta 10 mil pruebas por día, siendo 70 por ciento las de antígeno y el resto las de tipo PCR.
Son cerca de las 9:30 horas y en la fila ya son más de 30 personas. Trece minutos después, Angélica pasa para que se le aplique un tamizaje con la intención de definir si es o no candidata a la prueba: lo es. Acude a que le hagan el exudado nasofaríngeo y que con esta muestra se determine su situación.
El director del Centro de Salud Mixcoac y también responsable del Macro Kiosco en la estación Mixcoac, Gerardo Guillén, explicó el mecanismo de estos nuevos módulos.
“Vamos a implementar la prueba rápida de detección del antígeno del SARS-CoV-2 (…) es para ver si el paciente presenta la enfermedad (COVID-19). Esta prueba tiene una especificidad del 94 por ciento y una sensibilidad de 93 por ciento.
“Es importante también que la gente sepa que esta prueba se hace durante los primeros siete días de la enfermedad”, sostuvo.
En este punto, en caso de que una persona resulte positiva, la Jurisdicción Sanitaria de Benito Juárez puede referirla a la Unidad de Atención Temprano en el Citibanamex, en caso de que presente síntomas leves a moderados.
Toda esta explicación se puede leer en tres cartulinas amarillas que fueron unidades y elaboradas por el personal que atiende este Macro Kiosco.
Angélica, tras la prueba, se sienta a esperar en un punto en la explanada. Está en silencio. Cuando estaba formada dijo no estar nerviosa.
Pasan 24 minutos y es llamada por el personal médico: su prueba es negativa. Con el resultado en la mano dice: me siento muy bien, más tranquila.