No hay criterios sanitarios uniformes para enfrentar la pandemia.
Ni en el Congreso de la Unión existen normas específicas para evitar la propagación de la COVID-19.
Mientras el Senado no hace pruebas, la Cámara de Diputados somete a legisladores y empleados a estudios de PCR antes de cada sesión.
En San Lázaro, la asistencia del personal es escalonada. Rafael, colaborador de uno de los grupos parlamentarios, lleva hasta el momento 10 pruebas. Para su fortuna, ha salido negativo en todas.
Suma Senado un contagio más de Covid-19; ahora es Verónica Delgadillo, de MC
Salud Digna, laboratorios de análisis clínicos, es la empresa contratada por los diputados, con más de 10 mil 200 estudios al cierre de la semana pasada.
Hasta la fecha van más de 500 casos entre legisladores, empleados y colaboradores. Cuando dan positivo no entran a la Cámara.
En el Senado, sin pruebas tienen detectados más de 160 casos. Tan solo en la última semana cuatro legisladores resultaron infectados.
Alberto Galarza y Verónica Delgadillo, ambos de Movimiento Ciudadano, así como Guadalupe Saldaña, del PAN.
Joel Molina, de Morena descansa en paz.
Era suplente de José Antonio Álvarez Lima, actual director de Canal 11. Si éste no regresa al escaño se tendría que realizar una elección para elegir senador por Tlaxcala.
Imagínese cómo está el país y el Consejo de Salubridad General está invisible, sin sesionar.
Éctor Jaime Ramírez Barba, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y médico de profesión, me dijo que entre las mentiras del gobierno federal hay eufemismos para engañar y simular la estrategia
“En sus mentiras a medias, recuerda que están en ‘Sesión Permanente’… sin sesionar … Los resultados obtenidos son los esperados cuando no se guardan las medidas sanitarias”, dijo.
Agregó que Jorge Alcocer, el secretario fantasma, es quien preside el máximo órgano constitucional llamado Consejo de Salubridad General, conformado por secretarios de estado, legisladores y el rector de la UNAM, el cual depende directamente del presidente de la República y fue diseñado específicamente para atender crisis sanitarias.
Sin embargo, dicho órgano solo sesionó dos semanas después de declarada la Sana Distancia. “La irresponsabilidad e invisibilidad del secretario de Salud, en el mando central de un asunto tan serio es tan clara, que nunca hubo un documento de preparación y respuesta ante la pandemia, mucho menos de la planeación y coordinación con las autoridades sanitarias estatales y municipales”.
El Consejo de Salubridad no ha vuelto a sesionar. La ineptitud mata.