Se han dado a conocer los Premios Nobel del 2020 y fue gratificante ver sobresalir a mujeres en disciplinas como la física, la química y la literatura. Pero este reconocimiento a las mujeres galardonadas con el premio de la Real Academia Sueca devela una gran desigualdad de género histórica que no únicamente se ve en este reconocimiento.
Desde que se instituyo el Premio Nobel en 1895 la mayoría de los premiados han sido varones y en las primeras 14 ediciones del prestigioso reconocimiento ninguna mujer fue galardonada. De hecho, la primera mujer premiada fue la escritura sueca Selma Lagerlöf en 1909.
La categoría que más a reconocido las aportaciones de las mujeres a la humanidad ha sido la del Nobel de La Paz con el 15,9%, seguido de la literatura con 16 mujeres premiadas en toda la historia.
En las ciencias duras el reconocimiento hacia las mujeres es mucho menor que en las humanidades, incluso como algo inaudito la edición de este año y la del 2009 son las únicas en donde tres mujeres científicas han obtenido el nobel.
Este año el reconocimiento a la poeta norteamericana Louise Glück se suma a una corta lista de escritoras reconocidas con el Nobel. Esta desigualdad se agudiza más cuando comparamos el país de origen de las mujeres galardonadas. De las 16 escritora premiadas en la historia del Nobel en Literatura, únicamente en dos ocasiones este ha sido otorgado a una mujer del hemisferio sur o fuera de los países donde el movimiento feminista ha conquistado más luchas, europeos, Estados Unidos o Canadá. La chilena Gabriela Mistral en 1945 y la sudafricana Nadine Gordimer en 1991.
La falta de mujeres en la lista de premiados con el reconocimiento del Nobel no es algo exclusivo de la Real Academia Sueca, esto también se ve en otros galardones a nivel global, nacional y local, mostrando como nuestra sociedad privilegia a los varones, desde la forma en la que cotidianamente tenemos más oportunidades de desarrollarnos profesionalmente hasta en la forma en la que se componen los jurados que premian en los reconocimientos de esta índole.
Actualmente en Sonora la literatura sonorense tiene grandes exponentes que valen la pena leer y alentar para que sigan su trabajo. Basta mencionar nombres como Cristina Rascón, Premio Sonora para la Cultura y las Artes 2019, María Antonieta Mendívil, Sylvia Aguilar Zeleny, Laura Delia Quintero o Eve Gil, para reconocer el talento de las mujeres en el Estado y quienes merecen ser vistas al igual que a los hombres que ya son considerados parte del canon literario sonorense. Solamente así vamos a ir reduciendo poco a poco la brecha de desigualdad entre mujeres y hombres en la literatura de la región.