Antes de que Jesús Zambrano volviera el 29 de agosto a la dirigencia nacional del PRD, se encargaron al menos tres estudios de opinión para saber cuál debería ser el camino para levantar al partido del nocaut que le propinó López Obrador en las elecciones de 2018. Se confirmó que las mejores posibilidades eran una renovación en el instituto político, relevo generacional, congruencia y objetivos claros en el proyecto para tener posibilidades en 2021.
Hubo focus group y discusiones interesantes. Del lado de los Galileos, conformado por los exdiputados federales Fernando Belaunzarán, Guadalupe Acosta Naranjo y Miguel Alonso Raya, entre otros, se propusieron cambios de fondo que marcaran tendencia y diferencia. Se propuso lanzar una señal de puertas abiertas al país y encontrar entre el género femenino al mejor perfil para abordar, desde una dirigencia ciudadana, una de las principales problemáticas que enfrenta la mujer, especialmente por la situación de inequidad y violencia en diversos ámbitos de la sociedad.
Sin desconocer que se han registrado avances en la materia, se planteó que tampoco podía negarse que estamos lejos de alcanzar una verdadera igualdad de género. Y que, durante la administración federal en turno, se registran retrocesos en temas de primera necesidad, como atención a la salud o apoyos a madres solteras, agresión física y feminicidios. De acuerdo con dos versiones obtenidas por separado para esta columna, la propuesta era que, desde la secretaría general, se cerrara la pinza y se hiciera el uno-dos con el perfil femenino al frente de la dirigencia. El secretario general arroparía el esfuerzo con las bases políticas y sociales para entrar de lleno a uno de los temas que, como hemos visto, es de los primeros en la agenda nacional de manera orgánica, a pesar de la indiferencia de autoridades y gobiernos para atender de fondo la situación. Nadie pudo convencer a Los Chuchos ni a sus aliados dentro del sol azteca: la corriente ADN, de Héctor b. Rechazaron la propuesta. Decidieron mantener la fórmula tradicional para controlar el poder político del partido. En su retorno, Zambrano apuesta a buscar alianzas regionales en alcaldías y distritos determinados para poder enfrentar al monstruo político en que se convirtió Morena, gracias a la figura de López, aunque en este momento está en crisis institucional por peleas internas por el poder, así como por actos de corrupción de diversos militantes que van en contra de la principal bandera del Presidente. Ayer volvió a ser tendencia uno: a la senadora Marybel Villegas Canché le creció en 30 millones su riqueza en un año, tan sólo en una cuenta, a partir de la adjudicación de predios en Yucatán. A ver cómo le sale de este lado del PRD la apuesta de Zambrano frente a un proceso electoral que ya arrancó, sin que aún cuajen el método de coaliciones.
UPPERCUT: Diputados federales pidieron a Rosario Piedra que renuncie a la CNDH, pues no tiene autoridad moral desde su llegada. Además, su trabajo, dijeron, lo hace a favor del Presidente, en vez de atender a víctimas de violaciones de derechos humanos.
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