La cerveza se produce en la zona alta de Xochimilco por manos mexicanas y es un proceso 100% artesanal. Meow maneja tres estilos, Pale Ale, Porter, y Stout y cada fórmula lleva aproximadamente seis meses de trabajo, desde el concepto hasta el perfeccionamiento de la receta. La cerveza Pale Ale, con un gatito Tabby en la etiqueta, se prepara con malta clara bajo fermentación templada. Tiene 5 grados de alcohol, lo que la hace una bebida ligera para botanear y para acompañar alimentos.
Las Porter son perfectas con platillos ahumados y quesos la etiqueta luce al British Shorthair, una de las razas más adorables. El lugar donde la venden es El Catfecito celebra cuatro años de vida. Su origen está en el Gato Gazzu, una asociación civil con más de doce años ayudando a los gatitos a tener una digna calidad de vida y un hogar definitivo.
La cafetería es una de las formas en que se recaudan fondos para el rescate y atención de gatitos vulnerables; todas las ganancias son en beneficio del refugio, incluyendo las de Meow, que se produce desde el segundo aniversario del lugar. Todas las ventas de esta cerveza artesanal se destinan a la protección de los gatitos.
Tener a los mininos directamente en el espacio es la oportunidad perfecta para que los visitantes puedan convivir con ellos, interactuar, y descubrir si hay ese click mágico que cambiará las vidas de ambos. Además, es el lugar ideal para que si por cualquier razón no puedes tener gatos en casa, tampoco te quedes sin amor felino.
Además del refugio y la cafetería están La Tienda de los Gatos, que ofrece artículos temáticos, y Felinos Resort, un espacio para consentir a tu gato con servicios de aromaterapia, baño, y hasta manicure. Por ahora puedes encontrar Meow sólo en el Catfecito y en la página de internet del Gato Gazzu.
En ocasiones Meow presenta algunas ediciones especiales; aunque ahora se enfocan en los tres estilos de línea, no descartan volver a tener etiquetas de colección o temporada. Así que ya lo sabes, la próxima vez que quieras brindar a gusto, no olvides hacerlo rodeado de ronroneos.
Fotos y texto Michelle López