Ciudad de México, 22 de marzo (SinEmbargo).- Ana está angustiada. Las autoridades recomiendan “no salir de casa” como medida de prevención para evitar la expansión del COVID-19. La idea de tener a su pareja todo el tiempo en el hogar la inquieta, quizá un poco más que las noticias de la pandemia. Teme que los “arranques”, –como ella les llama a los brotes de la violencia de su pareja–, se agudicen estando solos. Pero no es la única preocupada en cómo pasará los siguientes días y semanas en aislamiento social.
“Es muy angustiante la simple idea de tener que estar con él en cuarenta. Serán días sin un respiro, ahora no serán sólo fines de semana de tormento sino más de un mes”, escribió una mujer al momento de solicitar orientación y apoyo a un refugio para mujeres durante esta semana.
El número de llamadas para asesoría y ayuda que recibe la Red Nacional de Refugios creció considerablemente en los últimos días, luego que la organización lanzó una campaña bajo el hashtag #Aislamientosinviolencia, donde pidió a las autoridades y sociedad que la atención a la pandemia no invisibilizara la violencia de género. “Ahora que estemos juntos podrás atenderme como no lo haces”; “a ver si ahora que estemos solos te das cuenta que lo que importa somos nosotros, no tu familia ni las cosas con las que pierdes el tiempo”, son algunas de las frases que múltiples mujeres que sufren de violencia intrafamiliar ya había recibido a modo de “advertencia” por parte de sus agresores.
“Aún ni siquiera sé si estaré en aislamiento por parte de mi trabajo y él ya está feliz, me dijo que así estaré en casa y dejare de engañarlo, que ya no tendré pretexto para estar fuera de casa”, señala otro de los testimonios.
Organizaciones civiles, feministas, activistas y el propio Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) alertaron desde hace días que el confinamiento por la emergencia del coronavirus pudiera incrementar la violencia de género e intrafamiliar que viven miles de mujeres en México.
“La violencia hacia las mujeres en el marco de las relaciones de pareja es un problema de importante magnitud, que puede agravarse ante la necesidad de permanecer en confinamiento en los hogares. En hogares ampliados o compuestos, también aumenta el riesgo de violencia sexual para niñas y jóvenes”, destacó el Inmujeres en un comunicado de prensa.
Wendy Figueroa Morales, directora de la Red Nacional de Refugio A.C, platicó en entrevista con SinEmbargo que –con a mayor tiempo que una persona convive con un agresor el estrés incrementa y los conflictos son más presentes.
La oficina de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe alertó en el brief informativo titulado “COVID-19 en América Latina y el Caribe: cómo incorporar a las mujeres y la igualdad de género en la gestión de la respuesta a la crisis” que, “en un contexto de emergencia aumentan los riesgos de violencia contra las mujeres y las niñas, especialmente violencia doméstica, debido al aumento de las tensiones en el hogar y puede también aumentar el aislamiento de las mujeres”.
Figueroa Morales explicó que en este entorno de contingencia por el COVID es una emergencia de sanidad “y si sumamos que, en México según los datos del Inegi el 40 por ciento de los feminicidios ocurrieron en casas de las víctimas, pues estos son datos que no se están considerando y que se están dejando fuera”, el tema de violencia de género en el manejo de la emergencia.
En los últimos cinco años, al menos 16 mil mujeres han sido asesinadas en el país, pues de enero de 2015 al 31 de enero de 2020 se abrieron 15 mil 997 carpetas de investigación, de las cuales, sólo el 30 por ciento es investigado como feminicidio. El promedio diario de asesinatos de mujeres creció un 42.85 por ciento en los últimos tres años, pues México pasó de siete casos al día, durante 2017, a 10 casos en promedio en este 2020.
La activista destacó que, si bien es muy importante el tema del Coronavirus, “no se debe de dejar de mirar que también hay una pandemia en México que es la violencia machista”. Para la Red de Refugios es fundamental prever las situaciones de riesgo, teniendo como prioridad la creación de acciones que resguarden y aseguren a las familias de las violencias machistas.
“Si no hacemos acciones integrales, coordinadas pues el que las mujeres se queden en casa –quienes puedan hacerlo– implica que van a estar conviviendo con el agresor”.
La especialista aludió en caso de decretarse una cuarentena, es casi inminente un aumento de violencia porque la experiencia así lo ha mostrado “por ejemplo en navidades, en vacaciones cuando la convivencia es constante. Si no van a salir, la ansiedad que se genera y si no tenemos el manejo de ansiedad, explota, y si a eso le sumas, que hay una historia de violencia, pues el foco rojo”.
El número de llamadas de emergencia al 911 por incidentes de violencia contra la mujer subió 113.40 por ciento en tres años, si se comparan los datos del 2019 contra 2016, año en que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública comenzó a registrar esas cifras.
Durante 2019, a nivel nacional, se registraron al menos 197 mil 693 llamadas de emergencia al 911 que reportaban algún caso o incidente de violencia contra la mujer, un alza de 14.79 por ciento en comparación con el 2018, que registró 172 mil 210 reportes de violencia contra la mujer; y un crecimiento de 113 por ciento, con respecto a las 92 mil 604 llamadas en 2016.
La Red Nacional de Refugios realizó una serie de tips para prevenir estas violencias, antes de que el Gobierno decrete un confinamiento.
Wendy Figueroa también recalcó que otro problema que han detectado es que, para muchas de las víctimas, al tener el agresor todo el tiempo en casa o cerca, se les dificultará poder solicitar apoyo.
“Eso es algo que no se está considerando tampoco (en los planes de emergencia) y de ahí que nosotras creemos super importante que toda la sociedad asuma un papel. Nosotras creemos que tienen que crearse redes y grupos de apoyo, solidario y de cuidadnos donde tengan que estar incorporadas todas las personas, gobierno, las instancias de procuración de justicia, y por supuesto la ciudadanía”.
La directora de la RNR también consideró que el Gobierno no ha identificado este riesgo que enfrentan las mujeres e invisibiliza las violencias que viven y no atiende el problema de una manera intersectorial que involucre a todas las dependencias que tengan relación con el tema.
“Por ejemplo, no hemos sabido nada en la Secretaría de Trabajo de cómo pretenden apoyar en esta contingencia, tampoco hemos sabido nada de las que procuran justicia, si realmente van a garantizar que estén las 24 horas las personas o servidores públicos para atender a las mujeres. De ya es difícil que una mujer acceso a estos servicios o denuncia, con una contingencia es mucho más complejo”, dijo.
La oficina de ONU Mujeres, también ha puesto énfasis en el tema de procuración y atención que los obstáculos habituales que enfrentan las victimas para huir situaciones violentas o para acceder a órdenes de protección y/o servicios esenciales que pueden salvar vidas, se agravan durante la contingencia debido a factores como las restricciones de la circulación o la cuarentena.
Además, “el impacto económico de la pandemia puede generar barreras adicionales para dejar una pareja violenta, así como mayor riesgo de explotación sexual”, advierte la ONU. Wendy Figueroa narró que justo el entorno económico es otra de las preocupaciones que han mostrado las mujeres que se acercan a pedir apoyo.
“¿Como me piden estar en cuarentena? si no pude parar ni el día 9, menos un mes, yo soy la que mantengo a mis hijos, ¿quién me va a dar el dinero que requiero? ¿Cómo me voy a llevar a mis hijos a la calle a trabajar?”, cita otra narración que comparten.
Para la Red Nacional de Refugios, la emergencia del Coronavirus tiene que mirarse con un enfoque de perspectiva de género e implementar acciones intersectoriales donde estén todas las secretarías de procuración de justicia. “Si creo que le hace falta mucho a nuestro país para que podamos hablar de contener esta emergencia de salud sin olvidar la pandemia que hay de violencias machistas contra las mujeres que también es un tema de salud pública, de derechos humanos y acceso a la justicia”.